La victoria de Daniel en su derrota contra el cncer: “Nos dio una leccin”


La última voluntad de Daniel González Lo define mejor que cualquier explicación. Murió el 17 de octubre de cáncer de páncreas y, antes de partir, lanzó la campaña Una sonrisa que ilumina el mundocon lo que pidió que, a su muerte, nadie gaste dinero en flores u otro tipo de homenajes, y que done esos fondos a la Asociación de Cáncer de Páncreas ACAPAN contribuir a la investigación de tratamientos. Su objetivo: Que, de esta manera, en el futuro, un diagnóstico de esta enfermedad no se convierta en una sentencia, sino en una lucha por la vida.

Lo dejó por escrito y se lo pasó a todas las personas de las que se despidió. Durante dos años luchó incansable y optimista y, cuando supo que ya no había nada más que hacer, inició su ritual de despedida. Recibía amigos todos los días, se despedía, animaba a todos y les decía que tenían que ser felices, cambiar su forma de pensar, cuenta su padre. José Manuel Gonzálezque a sus 64 años ha tenido que enterrar a un hijo de 36. Quiere seguir adelante -se lo prometí a mi hijo- pero sigue buscando cómo hacerlo.

La fuerza de Daniel nos dio a todos una lección, de valentía, de madurez, la última unos días antes de morir. Ya fue admitido santiago de compostela recibir tratamiento para un dolor cada vez mayor y llegó un momento en que era imposible vivir así, y entonces tomé una decisión. Pidió salir un día para que le controlaran el dolor y lo trasladaran a A guarda, Su pueblo. Se despidió de los lugares que más le gustaban, se dio un baño donde se bañaba de niño con su madre y sus tías y organizó una comida con amigos y familiares, se despidió de todos. Reunió a 40 personas, 10 más a los postres y, de regreso al hospital, se despidió.

Su padre lo recuerda entre lágrimas. Le dijo al médico: “Ya hice lo que tenía que hacer, estoy feliz, ya puedes empezar a sedarme”. Y seis días después falleció dejando un legado inolvidable. Le pregunté a su padre: quiero que seas feliz, que vivas lo que no pudiste vivir. Y le mostró un optimismo inquebrantable: cada vez que iba a tratamiento iba feliz porque tenía esperanza, recuerda.

Reunió a 40 amigos y familiares, 10 más de postre, y se despidió.

miguel angel oteroEl presidente de Club de fútbol galo Keltoi de Vigo, en el que Daniel jugó casi hasta el último suspiro, confiesa que le sorprendió ese optimismo: era consciente de que la lucha era difícil, pero en todo momento mantuvo la esperanza de seguir adelante. También su perseverancia: estaba débil por la quimioterapia y, aun así, si se la perdió fue porque le dolía mucho. Siempre que podaba, jugaba. Nos dijo: juguemos un par de minutos, pero quiero seguir activo.

Esta actitud de Daniel no se entendería sin su difícil historia familiar, ya que su madre murió de cáncer hace cinco años. Trabajó como ingeniero en Barcelona cuando le diagnosticaron cáncer de páncreas y revivió todo el sufrimiento. Para su padre y su hermana Joya, un año menor que él, fue un duro golpe. Dos años de tratamientos, de ilusiones y decepciones, primero en Barcelona y luego en casa, les cayeron encima, cuando solicitaron el traslado del expediente a la Hospital Clínico de Santiago poder contar con su familia, muy numerosa y muy unida, y con los innumerables amigos que atesoraba. Allí también entré en su vida. ava, un perro aún cachorro que le acompaña durante todo el tratamiento. Para él fue una terapia.

Programa hasta que queramos participar en tirar sus cenizas

Miguel Ángel Otero recuerda que siempre supo que Daniel era pura vitalidad, todo bondad y todo pasión, pero la forma en la que actuó con su enfermedad acabó por convertirle en un jugador inolvidable. La parte que más me impactó del proceso es cómo empezó a organizar su legado. Cómo es asumir que vas a morir, pero lo vas a hacer dejando huella en tus amigos. Organicé una despedida, hablé con todos, incluso programé si queríamos participar en la distribución de sus cenizas, recuerda emocionado. Todos esos pasos hicieron que nos uniéramos mucho más. Daniel llevaba 10 años en el club, fue uno de los jugadores pioneros y llegó a ser vicepresidente, pero esos últimos tiempos marcaron la diferencia. El club le devolvió la fidelidad, levantando el primer trofeo que ganaban a pesar de que ya estaba enfermo y no había jugado. Ahora le han retirado la camiseta.

Homenaje de los celtas a Daniel el pasado s
Homenaje de los celtas a Daniel el pasado sábado.@SIAREIROS

Lo que destaca de Daniel es su fortaleza, su amabilidad, su lealtad inalterable hacia sus amigos y su gran pasión por el deporte y por el deporte. céltico. Siempre fue un ferviente celticista, 25 años de militancia, señala su hermana. Esa devoción encontró su camino de regreso y todos los grupos celtas se involucraron en su campaña para recaudar fondos para ACAPAN e inundaron las redes sociales con mensajes de pésame y cariño por su muerte.

El pasado sábado, a modo de homenaje, el Guisante celtista del Baixo Mioal que pertenecía, exhibió pancartas en su honor durante el partido contra el Atlético de Madrid con el mensaje Sube alto, Daniel (Vuela alto, Daniel) y, en el minuto 36, su edad, con el apoyo de toda la afición, el Estadio Balados Estalló en un gran aplauso. Un aplauso como recuerdo de Daniel, dice José Carlos Rodríguez Barro, presidente de su guisante. Honor, respeto y afouteza (valiente) son palabras que no alcanzan para describir a tu persona, te dedican.

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