Una familia gallega encuentra dos torques de oro en solo seis meses



Son una familia de la localidad coruñesa de Betanzos y poco más sabemos sobre estos sabios. Los afortunados han pedido al Gobierno gallego que no divulgue información sobre ellos ni sobre la ubicación del inmueble donde se encontraron los tesoros.

El primero, un torques de oro Enorme, de casi 400 gramos, apareció en mayo y, como suele ocurrir en estos casos, ocurrió por casualidad. El abuelo de la familia regentaba el tractor mientras el resto echaba una mano con los deberes. Entonces apareció entre la tierra removida un trozo de metal, al que, en un principio, no le dieron importancia. Después de limpiarlo con agua, descubrieron que era un tesoro.

El último hallazgo, hasta el momento, se encontró en los últimos días mientras realizaban tareas similares a las anteriores. Otro Joya de la Edad del Bronce final y la Edad del Hierro que sirvió como collar. Esta vez la pieza es un poco más pequeña, pero no se ha revelado más información.

Ambos han sido entregados a los responsables de Patrimonio de la Xunta de Galicia y ahora descansan en un caja de seguridad del museo arqueológico del castillo de San Antón, en A Coruña, donde se estudian para determinar su origen exacto. Ahora, y tras la aparición de la segunda pieza dentro de medio año, se ha encargado investigar la granja para comprobar si puede haber más tesoros como los que han aparecido.

Un hallazgo de premio

La afortunada familia no sólo lo es por haber encontrado estas joyas, sino también porque su descubrimiento, si ocurre -como en este caso- por casualidad, tiene premio. La legislación autonómica contempla una premio en efectivo por cada una de las joyas, y deberá distribuirse entre el dueño del terreno y la persona que haga el descubrimiento. En este caso, la fortuna sonríe a los miembros de una misma familia. ¿Y cuánto es el monto? “La mitad del valor atribuido al objeto encontrado en la tasación”, dice la norma.

Ahora están a la espera de conocer el valor exacto de los tesoros encontrados y, también, saber ¿Qué más esconden? estas tierras sembradas de tanta fortuna.

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