Detenido un hombre de 60 años por vender títulos universitarios falsos con la firma de rectores y secretarios


Un par de ‘clics’ podrían ser suficientes para convertir a un ciudadano sin siquiera una formación educativa básica en un maestro, un ingeniero, un médico o un economista. Todo estaba ahí, en internet, al alcance de los usuarios, que con un pago de entre 300 y 1.000 euros podían metamorfosearse en personas con títulos universitarios. De hecho, algunos terminaron ejerciendo la profesión de manera fraudulenta, ya sea como administrador de fincas o en un banco. Pero el trato, al menos este trato, ha terminado. La Policía Nacional ha detenido a un hombre, español y mayor de 60 años, que se dedicaba a falsificar e imprimir títulos universitarios en un pequeño pueblo de la Sierra de Madrid.

El ahora detenido ofrecía las titulaciones a potenciales clientes a través de Internet y lo hacía de una forma muy sofisticada: disponía de un repositorio de firmas de distintos rectores y secretarios universitarios para realizar las falsificaciones. Así, consiguió obtener más de 50.000 euros por la venta de las titulaciones, una cantidad nada despreciable para un negocio en el que el cliente nunca iba a acertar, consciente de que también estaba cometiendo un delito al adquirir un documento falsificado.

Esta operación, en la que también han sido detenidos cinco compradores, es la segunda parte de la llevada a cabo a principios de junio, en la que se desmanteló una red similar y se saldó con 20 detenciones y 100 investigados en Madrid por compra de títulos universitarios falsos. En este caso, la investigación se inició tras la información obtenida a través de la colaboración ciudadana de que era posible, previo pago, adquirir un título universitario falso a través de diversas páginas de Internet.

Los agentes se pusieron manos a la obra y comprobaron los pasos que debían seguir los compradores. Primero, accedieron a algunas de las páginas web de la organización y contactaron a los falsificadores a través de aplicaciones de mensajería instantánea. Una vez facilitada la información de tipo de título, universidad, año de expedición y datos personales, realizaban un primer pago.

Posteriormente, y cuando la empresa de transporte entregó el título al comprador, éste efectuó el pago del importe restante contra entrega, a la cuenta facilitada por el falsificador. Las investigaciones policiales ayudaron a averiguar cómo, para enmascarar estos pagos, el autor utilizó distintas cuentas, tanto nacionales como extranjeras.

Fuentes policiales indican que las falsificaciones se caracterizaban por su gran capacidad técnica y sofisticación, ya que disponían de un gran depósito con firmas de distintos rectores y secretarios de los centros universitarios, necesarias para quedar reflejadas en los títulos falsificados. Además, era extremadamente difícil diferenciarlos de los originales porque utilizaban programas informáticos especializados en diseño.

Vinieron a acceder a trabajos calificados

El trabajo realizado por el falsificador se extendió a cientos de clientes residentes en España, que compraban títulos universitarios fraudulentos de diferentes campos laborales que luego utilizaban para acceder a puestos de trabajo, destacando el sector bancario o profesiones relacionadas con la administración de fincas.

La investigación, que sigue abierta con más de 100 investigados, culminó con la detención de cinco compradores y el principal falsificador, ubicados en la Comunidad de Madrid, donde tras realizar un registro domiciliario se logró recuperar numeroso material utilizado en la preparación de los títulos. . Además, el lugar donde se imprimían los documentos falsificados también se encontraba en un pequeño pueblo de la sierra madrileña.

Toda esta macrooperación comenzó hace varios meses, cuando agentes de la Policía Nacional detuvieron a 20 personas precisamente por comprar títulos universitarios falsificados a través de Internet y comenzaron a investigar a más de un centenar de ciudadanos en todo el país.

Las investigaciones se centraron entonces en una organización criminal asentada en República Dominicana, que ofrecía a los ciudadanos españoles la posibilidad de obtener un título universitario, eso sí, sin superar los correspondientes años de la carrera.

En ese momento, la investigación se inició tras una denuncia de un organismo oficial que alertaba de la existencia de títulos universitarios que podían ser falsos. De entrada, los investigadores comprobaron que, efectivamente, existían diferentes páginas web que ofrecían la posibilidad de adquirir estas titulaciones.

En su mayoría, estas ofertas eran parte de un engaño, ya que luego de recibir el pago acordado por la compra del título, los clientes nunca recibieron el certificado que habían solicitado, y las comunicaciones posteriores con el vendedor fueron infructuosas.

Sin embargo, los agentes detectaron una organización que ofrecía distintos tipos de títulos universitarios de multitud de facultades de España y que sí cumplía sus órdenes.

La citada red criminal se caracterizaba por su gran capacidad técnica y sofisticación, ya que era capaz de sellar los sellos de más de una treintena de universidades españolas. Asimismo, disponía de un depósito con las firmas de diferentes rectores y secretarios de los centros universitarios, necesarias para que quedaran reflejadas en los títulos falsificados.

consejos de policía

Para evitar situaciones similares, la Policía Nacional recomienda que las personas y entidades, cuando se encuentren inmersas en un proceso de selección de personal, hagan uso del Registro Nacional de Titulados Universitarios Oficiales (RNTUO) del Ministerio de Universidades, donde se encuentran todos los títulos oficiales nacionales.

Este Registro permite a cada interesado consultar los títulos universitarios oficiales españoles de los que es titular y, si lo desea, generar códigos de autorización para que terceros también puedan consultarlos en el citado registro. Además, también es posible generar un certificado de verificación automática a través de la aplicación Carpeta Ciudadana con el fin de presentarlo a las entidades que lo requieran.

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