Análisis de teléfonos móviles Josep María Jové, para detectar el posible uso de software espía, es una prueba “impertinente e innecesaria”. Así dice el auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que juzgará a Jové, y también a Lluis Salvador, por prevaricación, malversación y desobediencia por la organización del 1-O. Los magistrados inadmiten así el peritaje que solicitaba la defensa del ex número 2 de Oriol Junqueras, que ahora ejerce como presidente de ERC en el Parlament.
Fue el pasado mes de diciembre cuando el TSJC acordó abrir juicio oral contra ambos, quienes fueron detenidos en septiembre de 2017, en el marco del proceso Operación Anubis de la Guardia Civil para intentar impedir la votación en Cataluña. Jové ejerció entonces como vicepresidente segundo de la Generalitat, mientras Salvador era secretario de Hacienda.
Los llamados arquitectos del ‘procés’ tendrán que sentarse así en el banquillo por su supuesta participación en el Preparativos del 1 de octubre. También la actual ministra de Cultura, Natàlia Garriga, aunque sólo acusada de desobediencia grave a la autoridad, por su actividad como directora de Servicios de la Vicepresidencia. Por ello, sus respectivas defensas han propuesto pruebas al tribunal que, en resolución de 18 de octubre, se ha pronunciado sobre cuáles admite y cuáles no.
Ahora sólo queda fijar la fecha del juicio. Cabe recordar que la Fiscalía solicita siete años de prisión para Jové y otros seis años y tres meses para Salvadó, por organizar el referéndum ilegal. El Ministerio Público los acusa de peculado agravado, desobediencia, desorden y prevaricación. Por su parte, la Fiscalía del Estado pide tres años y medio de prisión para Jové, además de otros siete años de inhabilitación y una multa de 30.000 euros. En cambio, descarta acusar al entonces secretario del Tesoro.
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