La ‘intrahistoria’ de cómo Vetusta Morla hilvana el «canto a la vida» que Martín Cuenca propone en ‘El amor de Andrea’


No es la primera vez que Vetusta Morla, uno de los grupos referentes del panorama ‘indie’ nacional, se enfrenta a la banda sonora de una película; ni la primera vez que trabajan con el director Manuel Martín Cuenca. Un reto y otro llegaron de la mano en 2021 con la película ‘La Hija’. Aun así, vuelve a vestir musicalmente el nuevo trabajo del director almeriense Ha vuelto a suponer todo un aprendizaje para ellos, algo que gusta a la banda madrileña porque “nos gusta hacer cosas en las que nos sentimos un poco inexpertos porque además del tema de la motivación, pensamos que la creación y la música tienen un papel importante para mantener ese espíritu novedoso en el que “piensas que Lo que estás haciendo es demasiado grande para ti y tienes que darlo todo”.

quien esta hablando es David García El Indio, baterista de Vetusta Morla, quienJunto al resto de integrantes de la banda se encuentra este lunes en Valladolid para participar en la presentación de ‘El amor de Andrea’, el nuevo trabajo de Manuel Martín Cuenca, un drama que “en el fondo es una huella de la felicidad de la vida”, defendió el director en la rueda de prensa de presentación ante los medios: “La película es claramente un canto a la vida, aunque estemos contando cómo es realmente la vida. El drama nunca gana, las ganas de vivir siempre ganan. ,” él continuó.

La nueva obra de Manuel Martín Cuenca cuenta la historia de Andrea, una chica de 15 años que tiene que asumir el papel de una adulta y cuidar de sus hermanos, mientras intenta recuperar el amor de su padre, quien desapareció de su vida cuando se divorció de su madre. Su única vía de escape y conexión con el mundo en el que debería haber vivido es la fuerte amistad que a pesar de todo mantiene con Abel, su compañero de secundaria. Es precisamente en esos momentos de ‘luz’ donde entra en juego la música de Vetusta Morla.

«Tuvimos muchas conversaciones con Manuel sobre dónde tenía que estar la música en una película tan transparente en casi todo, tanto en las personas, en los personajes, y en especial en Andreas. Nos dimos cuenta de que la música tenía que acompañar a Andrea, no tenía que subrayar otro tipo de conflictos. en la película. Y que dentro del mundo de Andrea, además de su complicada realidad, había un imaginario, una esperanza muy fuerte en su forma de pensar, en su forma de escapar consigo misma, y ​​ahí era donde tenía que entrar la música”, detalla David en una entrevista con torrevieja news today.

La voz de Valeria Castro

También cuenta que a diferencia de lo que ocurrió con ‘La hija’, en esta ocasión la banda madrileña puso la casa en el tejado y “lo primero que hicimos fue la canción original -interpretada por la voz canaria Valeria Castro- y escribiendo esos versos que proyectan un poco de lo que Andrea puede ser no en ese momento sino en el futuro. Tanto a nivel musical como de texto nos ayudó a entender el resto de la banda sonora. Esa canción se la mostramos a Manuel al final porque no quería que hubiera ninguna, pero lo que hicimos fue descomponer fragmentos tanto musical como rítmicamente de la canción en el resto de la película para que luego la encontraras como conclusión a todo. que estábamos viendo no sólo musicalmente sino también narrativamente”.

Pese a la negativa inicial, el baterista de Vetusta Morla cree que Manuel aceptó porque “sabíamos que iba a ser imprescindible que una película con la perspectiva de una chica de 15 años y un conflicto como el que ella había tenido necesitaba una voz que musicalmente Coincidía con lo que era el carácter de Andrea: “Creo que cuando Valeria (Castro) ya estaba adentro, con Manuel todo era más fácil porque él ya entendía todo”.

Para Valeria, que se sumó en la última parte del “proceso”, trabajar en ‘El amor de Andrea’ ha sido todo un “reto”. Estaba la esencia de Vetusta Morla, la esencia de la película y la mía propia y teníamos para sumarlos con esa visión de tener que ser la voz de Andrea musicalmente«: »Traté de ponerme en la piel de esa chica que tiene que ir a buscar el amor».

Aunque ya conocían la forma de trabajar de Martín Cuenca, Guillermo Galván (guitarra) sostiene que la “principal dificultad” que encontraron en esta ocasión fue que “Quería que compusiéramos música que realmente no fuera la habitual que hacemos habitualmente”. Entonces había que abordar “todo ese universo” que quería el cineasta, que tiene que ver “con los cantos de ida y vuelta, con la música tradicional, y también con la temática de la Semana Santa, el mundo de las guirigotas…»

«El desafío era cómo hacer algo que tuviera todo ese aroma iberoamericano, pero eso no era muy obvio. Y luego por el solo hecho de hacerlo nosotros mismos, creo que ahí también está presente nuestra esencia y personalidad”.

Súbete al “viaje” de Martín Cuenca

Respecto al proceso de composición, Guillermo Galván ha precisado que “a Manuel le gusta hacer el viaje con todos los equipos de cine y no hemos dejado de ser un actor más que nos ha ido llevando y donde con nuestro trabajo nos ha ido comprendiendo”. o completar cosas de su propio guión. «En cualquier proceso musical o cinematográfico, aunque tengas una idea muy clara, hay que escuchar y tener las antenas abiertas porque habrá cosas que habrá que modificar.»

El equipo de la película ‘El amor de Andrea’, junto a Vetusta Morla, que puso la banda sonora de la película

ical

En este sentido, recordó que inicialmente tenían una parte compuesta de la banda sonora que “acompañaba más al padre de Andrea”, “que era más oscura, y al final Manuel decidió que nos centráramos sólo en Andrea y dejar todo eso fuera”.

El lugar elegido también tuvo mucho que ver en este trabajo creativo. Manuel Martín Cuenca tenía muy claro que la localización de su nueva película tenía que ser Cádiz y la elección de la ‘copita de plata’ también “ayudó” a Vetusta a centrarse en lo que quería hacer, ha confesado David García: “Sobre el rodaje Fuimos a un par de películas, vimos lo que era ese lugar. Me llamó mucho la atención encontrar ‘la cara de atrás’ de Cádiz, ese Cádiz invernal que mira hacia dentro, lleno de historias que muchas veces tienen que ver con otra época. Es un ciudad que ha sido grande, fue el paso de todo lo que entraba y salía hacia América, tanto en lo económico como en lo cultural.

Patrón

No había “pautas” muy distintas a las que tenían con ‘La hija’, aunque recuerda que en este nuevo trabajo “el tipo de música que quería hacer Manuel, que era muy tocada, muy acústica, era precisamente la contraria a la nuestra electricidad, a la parte de manipulación del sonido y a la parte electrónica. Así lo hacían “como cuando éramos jóvenes. Íbamos al parque y cada uno de nosotros nos poníamos a jugar algo con una pantalla con las imágenes y secuencias que teníamos”. poner música y de una manera muy natural e instintiva probamos los diferentes instrumentos para ver cuál encajaba mejor.

Sobre su conexión con el mundo del cine –Pucho, amante confeso del séptimo arte, ejerce actualmente como jurado en la sección ‘Punto de encuentro’ de la Seminci- recuerda que “siempre” han tenido una relación “muy íntima” con él, y “ahora naturalmente nos van llegando propuestas y nos van llegando propuestas” que intentan hacer “sin olvidar que somos un grupo que se dedica a otro tipo de cosas, y mirándolo siempre con el más absoluto respeto a la profesión y a la gente especializada en bandas sonoras, de la que tenemos mucho que aprender. Aún así, concluye el baterista, “nos da una “Tenemos mucho oxígeno para poder hacer cosas que van más allá de nuestro patrón habitual de grabar discos y hacer giras”.

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