“Nos mandaron a los dos a comer a la terraza, se quedaron solos y se escaparon”. Lo que a priori parecía una ‘simpa’ en cada regla, ha acabado demostrando que hay gente con mucha “cara”. Es la desternillante historia que ha compartido en sus redes sociales el influencer valenciano Jesús Soriano, ‘Soy Camarero’.
Un espacio al que acuden muchos empleados de la hostelería para denunciar de forma anónima prácticas abusivas en su trabajo, pero que también da cuenta de las situaciones surrealistas que viven durante largas jornadas frente al público.
El encargado del establecimiento anuncia a sus subordinados que descontará el 103 euros de la cuenta de algunos clientes que se han ido sin pagar. Una medida que ya ha suscitado debate en anteriores ocasiones: ¿Las propinas son para la barra o para el camarero?
En cualquier caso, un giro inesperado del guion permite identificar a uno de los delincuentes al ser descubierto en redes. una reseña que elogia la atención en el restaurante: «Me encantó el lugar. Quiero destacar a María, la camarera de fuera. Ha sido muy amable y fácil de hablar, aparte de su simpatía…». “Díganme que ella no es esta chica”, les dice uno de los trabajadores a sus compañeros de trabajo ante el sorprendente descubrimiento.
Sin embargo, sólo marcó al conjunto local con una de las cinco estrellas que Google permite, algo que muchos usuarios han señalado en redes, donde la condena a este tipo de situaciones es unánime: la mayoría destaca el “olfato” del cliente, pero también del dueño del bar, por lo “injusto” que es. es que terminan siendo los camareros pagando el banquete con sus propinas. “Os habéis olvidado de resaltar la relación calidad/precio”, dice uno de los comentarios cargado de ironía.
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