Este jueves, tras la sesión constitutiva de las Cortes Generales, donde Los traspasos del PSOE a los secesionistas facilitó el nombramiento de la socialista Francina Armengol como presidenta del Congreso, la diputada de ERC Teresa Jordá ha aumentado la presión al marcar la amnistía como “una línea roja” para apoyar la investidura de Pedro Sánchez.
El líder socialista ya habló de ello el pasado 21 de julio, a dos días de las elecciones generales, cuando respondió “no” en una entrevista para TVE a la pregunta de si amnistiaría al independentismo a cambio de investirlo presidente. «No es algo futuro. El independentismo pidió amnistía y no la ha recibido. Lo que ha tenido son indultos condicionales”, dijo.
Sin embargo, Sánchez arrastra una hemeroteca que cuestiona esta postura. El análisis de su discurso muestra una tendencia a alzar el tono contra el separatismo cuando no está en el poder o puede perderlo —durante los procesos electorales—, mostrándose como alguien que defiende la unidad y la idea de España, para después ceder a sus demandas, haciendo lo contrario de lo dicho, cuando ha necesitado de vuestro apoyo para seguir al frente del Gobierno.
Puigdemont “debería ser extraditado”
En mayo de 2018, un mes antes de la moción de censura a Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, entonces en la oposición, tachó las leyes de desconexión aprobadas en el Parlamento catalán los días 6 y 7 de septiembre de 2017 como un “delito de rebelión y sedición”. A ello ha añadido, en referencia a Puigdemont ya los cinco exconcejales prófugos que “deberían ser extraditados a España”. Hoy el expresidente fugado marca el ritmo de la política nacional.
Cinco meses después de aquellas declaraciones contra el ‘procés’, con Sánchez ya siendo presidente tras desalojar a Rajoy con el apoyo de Junts (entonces PdeCat) y habiendo engreído el apoyo del PSOE en la aplicación del artículo 155, Carmen Calvo empezó a calificar con una pirueta argumentativa: “El presidente nunca lo ha calificado como un delito de sedición”. La trampa, que dejó boquiabiertos a muchos de los periodistas presentes, fue que, en el momento de hacer esa afirmación, Pedro Sánchez aún no había llegado a Moncloa.
El siguiente paso para mantener en pie la legislatura fue la aprobación de los Presupuestos Generales. Para ello, el líder del PSOE seguía necesitando el apoyo de la mayoría ‘Frankenstein’, formada en parte por los diputados independentistas de la Cámara Baja. Así que entró en juego a principios de 2019 y a petición de Puigdemont la figura del ‘ponente’ para dejar constancia de las negociaciones entre ambas partes.
Esta concesión —aceptada en un principio por Pedro Sánchez y que reforzaba la idea de la existencia de dos partes distintas en el conflicto entre Cataluña y el Estado español— motivó la convocatoria de la sociedad civil a una manifestación en la Plaza de Colón (Madrid) contra el acercamiento. Tres días después, con los líderes del proceso en prisión preventiva, ERC y PdeCat tumbaron los presupuestos del PSOE. Sánchez se vio obligado a convocar elecciones y volvió a endurecer el tono contra el independentismo.
“Prometo traerlo a España”
Celebradas en abril de 2019, las elecciones dieron la victoria a los socialistas. En cambio, la falta de acuerdo con Ciudadanos precipitó la repetición electoral para el 10 de noviembre. Durante el debate de ese segundo ciclo electoral, Pedro Sánchez afirmó: “Puigdemont se le escapó, señor Casado, y prometo hoy y aquí traerlo de vuelta a España y rendir cuentas ante la Justicia española».
Nadie está por encima de la ley. Puigdemont está prófugo de la Justicia. Trabajaremos para que el sistema judicial español, con todas sus garantías, pueda juzgarlo con imparcialidad. La Fiscalía cuenta con el apoyo del Gobierno en la defensa de la Ley y el interés general.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 6 de noviembre de 2019
Antes, tras conocerse en octubre la condena por sedición contra los nueve independentistas procesados en la causa del proceso, el líder socialista, en rueda de prensa en Moncloa, se ha pronunciado sobre la sentencia: «En un Estado democrático, su cumplimiento implica su pleno cumplimiento. Todos los ciudadanos son iguales ante la ley. Nadie está por encima de eso”.
Tiempo después, tras tomar posesión de la presidencia gracias a la abstención de ERC, Pedro Sánchez anunció la concesión de indultos a los procesados. “Pensando en el espíritu constitucional de armonía Propondré al Consejo de Ministros el indulto de los nueve condenados en el juicio de los procés que hoy están en prisión”, ha anunciado Sánchez en una conferencia en el Liceu de Barcelona.
Como hoy, en ese acto independentista interrumpieron su discurso con gritos pidiendo amnistía. Conforme avanzaba el texto, Pedro Sánchez fue tajante ante el 23J respecto a la posibilidad de ceder a esta demanda a cambio del apoyo de Junts per Cataluña y ERC en la investidura. «Quiero formar gobierno con Yolanda Díaz y no tener que pactar con quince partidos como en la última legislatura”, dijo.
Pero los resultados de las encuestas trastornan esta opción, dejando al PSOE completamente dependiente de los partidos soberanistas catalanes, además del PNV, Bildu y el resto de fuerzas de la Cámara Baja a excepción del PP, Vox y Coalición Canaria. Ahora, habrá que ver si, con su futuro político de nuevo en manos de Puigdemont, el presidente en funciones tendrá un nuevo “cambio de opinión” ante la dimensión política y jurídica de las demandas de sus socios.