¿Cómo es la fragata Méndez Núñez que se integra en la flota de la OTAN creada por la guerra de Ucrania?


De pie en el puente del navío Numancia durante el bombardeo de los fuertes de El Callao el 2 de mayo de 1866, el marinero español Casto Méndez Núñez. Fue herido mientras luchaba contra las defensas peruanas durante la Guerra Hispano-Sudamericana. La valentía y el buen hacer del militar vigués al frente de la Armada le valieron nombrar una colección de barcos a lo largo de los años, entre los que se encuentra la fragata que se integrará en la flota de la OTAN creada por la guerra de Ucrania.

Botada el 12 de noviembre de 2004 en los astilleros de Navantia-Ferrol y entregada a la Armada el 21 de marzo de 2006, la fragata Méndez Núñez zarpa este viernes para incorporarse a la SNMG-2, en un despliegue que durará hasta mediados de diciembre.

Este buque de la Armada Española es la sala que lleva el nombre del brigadier Casto Méndez Núñez después de una fragata blindada (1869-1888), un crucero antiaéreo ligero (1924-1963) y un destructor (1973-1992). El buque actual tiene 146,7 metros de eslora, 18,6 metros de manga, 8 metros de calado y una altura máxima de 50. Además, puede navegar a 28 nudos, tiene una autonomía de 4.500 millas a 18 nudos y pesa 5.853 toneladas a plena carga.

La fragata, que tiene su puerto base en el Arsenal Militar de Ferrol (A Coruña), está dedicada a protección de una fuerza naval enfocado a la seguridad marítima, proyección exterior, gestión de crisis y disuasión y defensa. Además, se dedica a la protección del territorio nacional integrado en el Sistema de Defensa Aérea (SDA) y también participa en el programa equivalente de la OTAN.

equipo y armas

Como material con el que cuenta para llevar a cabo sus funciones, dispone de radares aéreos y de superficie, sonares y satélites Secomsat e Inmarsat, entre otros dispositivos para las comunicaciones. En cuanto al armamento, cuenta con misiles Harpoon y un lanzador VLS, así como una pistola tipo Mk-45 de cinco pulgadas con una capacidad de disparo de 20 proyectiles por minuto y un alcance de 23 kilómetros.

También tiene un lanzador vertical Mk-41 con 48 celdas, cuatro lanzadores de paja que emiten señuelos para confundir a los misiles enemigos, dos lanzadores de torpedos duales Mk-46 y un helicóptero SH-60B Seahawkpreparado para el combate antisubmarino y antisuperficie.

Asimismo, este Méndez Núñez, al igual que las demás fragatas F-100 de la clase Álvaro de Bazán, son los primeros buques españoles con casco de protección balística de acero de alta resistencia. El buque completa su protección con motores montados sobre piezas elásticas, que no transmiten ruido al casco, haciéndolos más difíciles de detectar por los submarinos.

Antes de su participación en esta flota de la OTAN, entre los principales hitos de la fragata Entre ellos se encuentran el seguimiento y vigilancia de barcos pesqueros secuestrados en el Océano Índico, la integración en grupos de combate de portaaviones de la USN y de la Armada francesa, un viaje alrededor del mundo y la participación en las maniobras internacionales ‘Nemo Trials 22’ de guerra electrónica y en diferentes ediciones de los ejercicios ‘Ojo de Águila’, entre otros.

¿Por qué Méndez Núñez?

El origen del nombre de la nave corresponde a Casto Méndez Núñez, marino de destacada trayectoria que se convirtió en héroe durante la Guerra del Pacífico de 1865 a 1866. Este conflicto fue provocado por algunas disputas entre españa y peru a la que Chile se sumó para apoyar al Estado sudamericano.

La Armada española realizó un bloqueo de los puertos chilenos y, tras la declaración de guerra del país andino, los sudamericanos fueron apoyados por Perú, Bolivia y Ecuador. Durante esta guerra, la Escuadra Nacional, comandada por Méndez Núñez, bombardeó Valparaíso y en el transcurso de discusiones políticas posteriores, el brigadier pronunció la célebre frase: «Preferimos honor sin barcos, que barcos sin honor».

Tras el enfrentamiento en Valparaíso, se produjo el bombardeo del puerto peruano de El Callao, combate de alto riesgo en el que la escuadra provocó severos daños en las fortificaciones y la guarnición de la ciudad y en el que, a pesar de estar herido, Méndez Núñez permaneció en su puesto negándose a dejarlo.

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