ruido blanco
Perdimos el respeto por la naturaleza (en realidad tan cruel, delicada y mecánica)
En Cabezón de la Sal barajan prohibir abrazar a sus secuoyas por los daños que están sufriendo los árboles tras soportar cada año miles de abrazos no consentidos que dañan su corteza y raíces. No conozco nada más frío, violento e invasivo que un abrazo…
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