relaciones naturales
Dentro del campo neuropsicológico, la característica fundamental, que caracteriza el funcionamiento perceptivo-cognitivo de las personas con autismo, está relacionada con déficits en el desarrollo de relaciones neuro-cerebrales entre nuevos contenidos informativos, en relación con la información previamente almacenada en la memoria. permanente, que influye en el sistema funcional ejecutivo global, de modo que a través de los nodos relacionales, los sistemas procesual y conductual se influyen entre sí (ver Figura 1).
En consecuencia, para facilitar la efectividad de un adecuado desarrollo evolutivo de las personas con autismo, es necesario enfatizar la creación de vínculos o redes relacionales entre la nueva información proveniente del contexto y los contenidos previamente almacenados en la memoria permanente, según la estructura de la Figura 2. .
Es decir, a partir de la presentación de un nuevo estímulo (E), es necesaria la presencia de una mediación metodológico-didáctica para la creación del primer nexo relacional de unión del contenido (n1), complementado con su correspondiente representación mediada, señalada como nexo. 2 (n2). Pues bien, a partir de la creación de ambos vínculos, se puede proceder a establecer la relación del nuevo estímulo con el contenido previamente aprendido (CP), que, a su vez, se relacionará con el siguiente conocimiento (C), con el cual, ahora es posible establecer una relación conceptual significativa para que el contenido alcance relevancia conceptual (R), que es lo que facilitará el acceso del nuevo concepto o categoría a la memoria semántica (MS) y así continuar con el desarrollo progresivo; Por el contrario, si no se facilita este acceso, el nuevo concepto simplemente se perderá.
Pues bien, de estas consideraciones muy resumidas es posible deducir la particular estructura cognitiva del procesamiento cognitivo de las personas con autismo, a la que, empíricamente, llamo Teoría Cíclica Global (TCG), cuyo diagrama se puede ver en la Figura 3.
Varios niveles
En general, el proceso estructural es el siguiente. El primer nivel cognitivo está formado por la percepción global de la situación-objeto, que, en las personas con autismo, abarca un nivel semántico muy limitado, por ello se considera un nivel perceptual global (PG) parcial. A partir de esta entrada global parcial inicial, se pone en funcionamiento el posible conocimiento previo relacionado con dicha entrada informativa (CP), si existe, de modo que se produce un primer intento comprensivo del contenido a través de la memoria de trabajo, para lo cual se sirve de la ayuda de datos relacionados. relaciones nodal-neuronales (RN); Sin embargo, esta primera atribución cognitiva constituye un análisis semántico muy limitado de la información percibida.
Mejorar la comprensión
Luego, se pone en funcionamiento una segunda fase que, como cualquier persona, para mejorar su comprensión necesita realizar un análisis localizado de la información, que en personas con autismo, ciertamente debe ser elevada y concreta, para poder completar la primera. contenido semántico atribuido. Para ello realiza un análisis local de las diferentes unidades conceptuales (UCn) contenidas en el estímulo inicial percibido globalmente. Nuevamente, entonces, se deben desarrollar vínculos relacionales que faciliten la comprensión (RN), a partir del conocimiento previo asociado a los nuevos conceptos analizados. Pero, además, las diferentes unidades conceptuales analizadas deben ser categorizadas según el análisis de sus similitudes o diferencias entre los conceptos (Cr), debido al necesario proceso de economía cognitiva que requiere el funcionamiento de la memoria permanente, que requiere a su vez la activación activa. funcionamiento de las redes neuronales (RN). Ahora bien, con el aporte semántico categorizado de los diferentes conceptos analizados, ahora es posible que la comprensión inicial del estímulo adquiera un nivel de significado semántico (GT) significativamente mayor.
Finalmente, la atribución global enriquecida facilita a las personas con autismo establecer relaciones entre diferentes conjuntos categóricos, para lo que, de nuevo, es necesaria la acción de redes neuronales o nodos (RN). Pero, a partir de ahora, es posible realizar un desarrollo intercategórico o interacción entre categorías de conocimiento (Cn), que pueden permanecer como propias o formar una subcategoría de una categoría de orden superior, que dependerá de diferentes variables, como It es el grado de autismo, los procesos de comorbilidad asociados o el tipo de contexto. Finalmente, la recuperación de información seguirá el proceso inverso según las exigencias del contexto.
En consecuencia, de acuerdo con estas hipótesis resumidas, las pautas generales para una intervención eficaz y eficiente que facilite el desarrollo de las personas con autismo, deben seguir, entre otras, las siguientes indicaciones generales:
– Promover la atención selectiva-motivacional hacia el evento-objetivo de percepción.
– Fomentar relaciones con contenidos anteriores relacionados, para que alcancen un cierto nivel de relevancia.
– Facilitar el análisis de los conceptos concomitantes del estímulo, a través de la memoria de trabajo o proceso de codificación.
– Promover los procesos relacionales de las diferentes unidades conceptuales con sus homólogas anteriores.
– Generar la creación de categorías, que incluyan las diferentes unidades conceptuales incluidas y relacionadas.
– Comprobar que la memoria de trabajo facilita el acceso de la(s) categoría(s) creada(s) a la memoria permanente (memoria semántica).
– Aplicar y replicar información semántica en el ámbito funcional, ya sea curricular o comportamental.
Cualquier otra acción educativa improvisada en y para la atención de la diversidad del alumnado con autismo, convierte la enseñanza en un simple proceso de afición, pero que no incide en el desarrollo cognitivo efectivo, cuyo fin es facilitar el máximo desarrollo del potencial humano.