Que la campaña micológica pintaba “muy bien” con las lluvias de finales de agosto y principios de septiembre acompañadas de las que llegaron en la segunda quincena de octubre lo demuestra también el ‘cariño’ de sacarle el máximo partido ilegalmente a lo que la naturaleza da. Especialmente en Soria, una provincia con gran riqueza micológicacon buena parte de su superficie regulada y en la que es necesario obtener permisos de recogida.
El fin de semana ha sido ‘productivo’ para los agentes de la Guardia Civil y Ambiental del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Soria. Y han vuelto a pillar a varias personas con las manos en la masa y con una lista de delitos que van desde presuntos falsificación, acampada ilegal y, por supuesto, recogida de setas ilícitamente.
Hasta 386 kilos de productos micológicos y dos vehículos fueron intervenidos por los agentes durante el fin de semana, en los que también metieron 15 quejas por infracciones administrativas del decreto que regula los recursos micológicos silvestres en Castilla y León. Cajas y cajas llenas de setas recogidos sin el correspondiente permiso y, además, superando sensiblemente el límite máximo aunque tuvieran licencia, que es de 5 kilogramos diarios y para consumo propio.
Rebozuelos incautados en Soria
Con los contenedores vacíos y listos para salir a recoger, un campamento ilegal quien también fue desalojado en la localidad de Aldehuela de Calatañazor. Había hasta 28 personascon un coche, tres furgonetas y varias tiendas de campaña, además de lonas, colchones y tiendas de campaña varias… Y todo junto con diversos suministros y cajas vacías para embalaje y transporte que confesaron Iban a aprovechar el día siguiente para recoger rebozuelos y comercializarlos..
Algunas intervenciones realizadas dentro del Operación ‘Espora’ desarrollado por la Guardia Civil y Agentes Medioambientales para la gestión y control de la explotación micológica. Una colaboración que también permitió a la investigando a una persona del área como autor material de falsificación después de que los celadores del Puesto de Covaleda recibieran la alerta de agentes medioambientales sobre una licencia con datos “sospechosos” que se comprobó que era fraudulenta.
Unas intervenciones que se suman a otras realizadas en el último mes, en las que ya se han incautado más de mil kilos.