Este miércoles se presentó el nuevo contrato de parques y jardines de Guadalajara, ya aprobado por la Junta Extraordinaria de Gobierno Local, que tendrá una duración de cinco años y un coste de 23.423.000 euros (62,7% más respecto al anterior).
“Se trata de un contrato que supone una mejora sustancial en la calidad y sostenibilidad del servicio de mantenimiento y conservación de las zonas verdes del municipio, así como una apuesta por la biodiversidad, la economía circular y la renaturalización de la ciudad”, afirmó. señaló José Luis Alguacil, concejal de Medio Ambiente, explicando que el anterior expiró en febrero.
El nuevo contrato incluye un aumento en el número de personal adscrito al servicio, pasando de 64 a 75 personas permanentes a tiempo completo. Asimismo, se amplía en un mes el periodo con personal de refuerzo para la temporada alta (del 1 de mayo al 30 de septiembre), que incluirá 22 personas adicionales, y la renovación de toda la flota de vehículos, maquinaria y utillaje del servicio.
La empresa adjudicataria también deberá realizar plantaciones anuales, que no estaban incluidas en el contrato anterior. Estos consistirán en 100 árboles, 800 unidades de arbustos y 55.000 unidades de flores de temporada al año. Así, a lo largo de los cinco años del contrato, habrá 500 árboles, 4.000 arbustos y 275.000 unidades de flores de temporada.
«Representa un salto cualitativo y cuantitativo en el servicio de parques y jardines, que beneficiará la calidad de vida de los tapatíos, así como el medio ambiente y el clima. Estamos convencidos de que este contrato será un referente para otros municipios que quieran apostar por una gestión verde y sostenible de sus espacios públicos”, afirmó Alguacil.
Otras novedades del nuevo contrato son el incremento del importe para la reparación del mobiliario urbano, la mejora de las plataformas informáticas para el control y seguimiento del servicio o el control de malas hierbas, con reducción paulatina hasta eliminar el uso de herbicidas.
Además, está el fomento de la biodiversidad en las zonas verdes, a través de la introducción de especies autóctonas, el fomento de la fauna auxiliar y la creación de hábitats favorables o el control de calidad a través de indicadores objetivos y verificables, que permitirán evaluar el grado de cumplimiento de los contratar y aplicar posibles penalizaciones o incentivos.
Y hay más, como la realización anual de una campaña de sensibilización y sensibilización medioambiental vinculada a las infraestructuras verdes, dirigida a la ciudadanía en general y a los centros educativos en particular; así como la planificación de la formación del personal en todos los ámbitos aplicables al mantenimiento de las zonas verdes, como la prevención de riesgos laborales, la gestión ambiental, el uso eficiente del agua o la poda ecológica.
Finalmente, se incluyen mejoras vinculadas a la renaturalización de la zona de bajas emisiones, que consistirán en la creación de corredores verdes, la instalación de cubiertas y fachadas verdes, la implementación de jardines verticales y la dotación de espacios para huertos urbanos.
“Por último, se incluye la ampliación de la telegestión de zonas verdes, que consiste en la automatización centralizada de los sistemas de riego, para conseguir un ahorro en el consumo de agua de hasta un 7% anual”, concluyó Alguacil.