El Bloque es una formación que dista mucho de ser homogénea. En él conviven diferentes facciones y partidos con visiones distintas y a menudo contradictorias. En esa complejidad de ‘almas’ entendemos lo ocurrido este miércoles. El Movimiento Arredista, una organización independentista integrada en el BNG, “con vocación revolucionaria” y que apuesta por la “enfrentamiento al sistema”, difundió un comunicado en el que defiende la postura de “no apoyar” la investidura del presidente socialista en funciones, Pedro Sánchez, por el “incumplimiento” del PSOE respecto a la mayor parte del acuerdo de la pasada legislatura.
“Por dignidad y coherencia pensamos que no podemos apoyar un nuevo gobierno del PSOE”, dice el comunicado hecho público, que Dejaría la puerta abierta a la abstención de los nacionalistas gallegos en el debate de investidura de Sánchez. Esta postura también ha sido sugerida por la dirección de la formación frentelista, advirtiendo de que el Bloque no entregará “un cheque en blanco” a una hipotética coalición de gobierno del PSOE y Sumar. En cualquier caso, los arredistas reconocen que el voto a favor del BNG no es “aritméticamente necesario”, por lo que no se les puede exigir “chantajear” su apoyo como un “mal menor” para impedir que gobiernen “la derecha y la derecha”. . extrema derecha”. Votar a favor o abstenerse en una hipotética sesión de investidura no pasaría de ser un gesto simbólico.
La dirección del BNG lo viene sugiriendo en las últimas semanas, pero los aredistas lo exigen directamente. Y lo justifican con el hecho de que el Partido Socialista “incumplió la mayor parte del acuerdo de investidura firmado en 2020 con el BNG”. “Esto debería hacernos sacar conclusiones y no intentar obtener resultados diferentes si optamos por actuar ahora de la misma manera”, afirman en un comunicado recogido por Europa Press.
Además, esta facción secesionista del Bloque señala que el Gobierno de Pedro Sánchez y Podemos “defraudó buena parte de las expectativas generadas e incumplió sus promesas en relación con la recuperación de derechos recortados en legislaturas anteriores”. Ponen como ejemplos de ello la conocida como ‘Ley Mordaza’ y la reforma laboral, que no fue derogada del todo, pero sí modificada.
La organización independentista entiende que “no sólo no se cumplieron, sino que hubo retrocesos”; y señala que “el mínimo requerido”, por un lado cuestión de “dignidad”, sería el cumplimiento de lo ya acordado. “Sin embargo, esto va mucho más allá de lo que el PSOE está dispuesto a aceptar”, advierte el Movimiento Arredista.
Un movimiento de “soberanía”
En el mismo comunicado, el Movimiento Arredista, del que es miembro la diputada nacionalista en el Parlamento gallego Noa Presas, sostiene también que la acción institucional “Tiene que ser coherente con el” programa electoral y con la caracterización que hacen del PSOE y de lo que se defiende en las calles. “Es necesario utilizar las instituciones del Estado como altavoz de las demandas populares, espacio de denuncia del régimen y palanca de avance de nuestro proyecto soberano y transformador”, afirma esta formación independentista en el mismo comunicado.