En todo el Concejo de Trives, y en sus alrededores, aparecen estos autenticos regalos de la naturaleza: miradores naturales que ofrecen una perspectiva privilegiada de la zona. Algunas están convenientemente señalizadas, mientras que otras son más bien un secreto bien guardado, esperando a ser descubiertas por los aventureros, donde las ventanas aparecen naturalmente ante el visitante sin que actúe la mano del hombre. Sorprende la variedad de composiciones, desde altos picos rocosos hasta la serenidad de los ríos que serpentean suavemente por el paisaje.
Para los más curiosos por el paisaje de los municipios de la comarca de Trivesa, estos miradores son su puerta de entrada a los secretos de la comarca. Algunos de estos balcones naturales te transportará a la era glacial, con vistas elevadas, mientras que otras se sumergen en hileras de viñedos. Y, por supuesto, no puedes dejar de explorar los bosques nativos que añaden un toque de misterio y belleza a cada mirador.
Mirador de Pontenovo
Ubicado estratégicamente en la punta de una majestuosa roca, quien se asoma disfruta de impresionantes vistas panorámicas. Desde este mirador se puede admirar el intrincado meandro formado por la convergencia de los ríos Navea y Bibei, antes de desembocar juntos en el río Sil. Es un espectáculo de la naturaleza que cautiva los sentidos y deja sin aliento.
Este mirador, recientemente reformado con un diseño espectacular, se encuentra a unos cuatro kilómetros de la carretera que lleva de Trives a Montefurado. Desde aquí se tiene una perspectiva única del río Bibei a su paso por el paisaje de Trives. Las vistas, enmarcadas por los acantilados que se levantan a tu alrededor, son sin duda algunas de el más impresionante de la región.
Observando la danza sinuosa del río Bibei, se puede ver al fondo del mirador la central hidráulica de Pontenovo. Esta instalación, alimentada por el agua que fluye a través de dos robustos conductos que descienden por las laderas de Trivesas, una proeza de ingeniería son esas imponentes tuberías, que contrastan con la belleza del entorno, que captan la atención del visitante.
Mirador de Peñas de Roma
Esta torre de vigilancia se erige como una de las joyas más atractivas de la región, ofreciendo una perspectiva fascinante del entorno. Compuesto por plataformas hexagonales y balcones acristalados.se presenta como una experiencia inmersiva que sorprende tanto a locales como a viajeros.
Desde este balcón suspendido en el aire se desciende hacia la mágica Val do Navea, lugar que ostenta con orgullo el título de primer paisaje protegido de Galicia. Este reconocimiento se debe a su singularidad natural y estética y a su profundo trasfondo cultural. La Val do Navea es una representación viva de un paisaje tradicional, influenciado por el microclima único del pequeño pueblo de Navea, que se encuentra justo al otro lado de este mirador de ensueño. Además, no podemos pasar por alto el sinuoso río que comparte nombre con el valle y serpentea al pie de este mirador panorámico.
Ubicado estratégicamente a la entrada del pueblo de Trives, viniendo desde Ourense, encontrarás esta maravilla a pocos metros de la carretera. El Mirador de las Peñas de Roma no es sólo un sorprendente testimonio arquitectónico, sino también una obra que honra la belleza y el valor del paisaje natural que se despliega en el valle.
Mirador de Peña Folenche
Aquí, en lo alto del sinuoso valle de Navea, una roca, ubicado en el corazón del tranquilo pueblo de Peña Folenche, se transforma en un mirador único, ofreciendo una perspectiva única de un frondoso bosque que se extiende a sus pies. Desde este punto privilegiado, el visitante puede dejar vagar la mirada sobre los majestuosos picos de Manzaneda y Trevinca, que, en invierno, se cubren con un manto de nieve que aporta al paisaje una belleza inigualable.
Además de la espectacular vista panorámica que ofrece este gran balcón de piedra, mantiene su propia leyenda con él. Cuenta la tradición que, en algún lugar del interior de la inmensa roca, hay un pasadizo secreto, un portal a otro mundo. Otra historia que circula entre los lugareños habla de cómo el apóstol Santiago, patrón de Galicia, realizó un salto legendario con su caballo, dejando su huella en la piedra para la eternidad.
El Mirador de Peña Folenche, escondido en esta localidad de Trivés, es un lugar lleno de misterio donde el tiempo parece detenersepermitiéndote conectar con la naturaleza y sumergirte en las leyendas e historia que se entrelazan con esta roca centenaria y su espectacular entorno.
Otros miradores en la comarca de Trivesa
una red de Tres miradores naturales muestran los encantos de Manzaneda. Son auténticas ventanas que nos permiten alcanzar las estrellas, viajar en el tiempo a través de tradiciones centenarias y sumergirnos en la naturaleza en su máxima expresión. En estos rincones privilegiados se despliega en todo su esplendor la esencia de los paisajes de Manzaneda, un regalo de la naturaleza que invita al visitante a saborear la belleza que los rodea.
Estos refugios para los sentidos Se extienden por toda la comarca, como el mirador de los Glaciares en Requeixo de Queixa. El sinuoso camino que nos guía desde Celeiros hasta el Miradoiro dos Glaciares “Bágoas do Seixo” es como un camino de conexión con el pasado donde el legado de los glaciares se manifiesta ante el visitante. Los vestigios de antiguos hielos esculpieron estos valles, hoy cubiertos de una exuberante vegetación y una paleta de colores que cambia con las estaciones.
Las mejores vistas de la Ribeira Sacra
Los miradores se alzan como joyas de la Ribeira Sacra, siendo sus tesoros más codiciados. Son los guardianes de paisajes de incomparable belleza que capturan la esencia de esta tierra mágica y la presentan a quienes la visitan, ya sean viajeros de la tierra misma o extraños en busca de maravillas naturales. Cada una de las torres de vigilancia de esta parte de la provincia encanta a quien las descubre, sin saber en muchos casos clasificar las mejores. El mirador de Matacás en Castro Caldelas, con vistas al muelle de Doade, y con una viticultura heroica ante nuestros ojos, es uno de los que atrae a un mayor número de visitantes, junto con los Balcones de Madrid, que son una de las joyas más preciadas de la Ribeira Sacraun testimonio de grandeza natural que desafía el cielo desde casi 500 metros sobre el lecho del río.
Son innumerables los miradores que merecen una mención y muchos más que ofrecen vistas igualmente impresionantes de los distintos tesoros que esconde la Ribeira Sacra.