Agentes de la Guardia Civil han realizado dos inspecciones en establecimientos minoristas de productos importados en la localidad alicantina de El Altet, donde han descubierto un total de 2.226 artículos de contrabando, entre los que se encontraban 2.100 juguetes, 120 productos textiles y cinco productos industriales. Finalmente, los responsables han sido denunciados por contrabando, etiquetado incorrecto y mala seguridad de los productos.
Según informó el instituto armado en un comunicado, fue a mediados de septiembre cuando la Benemérita, en su vigilancia y represión del contrabandoasí como prevención de delitos contra la propiedad industrial e intelectual, llevó a cabo la inspección de diversos establecimientos de venta al por menor de productos para el hogar y todo tipo de artículos en El Altet.
En este sentido, la Patrulla Fiscal y de Fronteras (PAFIF) de la Guardia Civil de Santa Pola fue la encargada de llevar a cabo estas actuaciones. Así, los agentes centraron sus investigaciones en dos tiendasdetrás de los cuales se encontraban una mujer de 48 años y un hombre de 30 años, en el que encontraron diversos productos ilícitos.
Una vez finalizadas las inspecciones, fueron incautados y retirados del mercado hasta 2.100 juguetes que no cumplían la normativa de seguridad Unión Europea, lo que podría suponer un riesgo para el consumidor final. Además, 121 productos textiles y otros cinco productos industriales fueron incautados por falta de etiquetado, lo que dificulta la identificación del importador de la Unión Europea.
Hasta tres infracciones a la Ley
Debido al estado de los artículos, los investigadores Denunciaron a los dos empresarios por infracciones de la Ley Orgánica 12/95, sobre Represión del Contrabando, otra infracción del Real Decreto 1205/2011, de 26 de agosto, sobre Seguridad de los Juguetes y una infracción final del Real Decreto 928/1987, de 5 de junio, relativo a la etiquetado de composición de productos textiles.
La Guardia Civil recuerda que la adquisición de este tipo de objetos puede suponer un riesgo para la salud de los niños, ya sea asfixia debido a piezas de tamaño inadecuado o componentes químicos nocivos para la piel. Por ello, es recomendable asegurarse de que el juguete esté bien empaquetado, que tenga la información del fabricante o importador, la edad recomendada y las advertencias de seguridad en el embalaje e instrucciones en español.