Un grupo de expertos de la Cátedra UCLM-Soliss Tajo ha elaborado, a petición de la Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía, un informe que propone algunas nuevas normas de funcionamiento del Trasvase Tajo-Segura, entre los que destaca la reducción de 20 a 8 hectómetros cúbicos de la cantidad a trasvasar en el nivel tres, de excepcionalidad hidrológica, situación actual; El siguiente nivel, el nivel cuatro, es el que no se puede transferir. También se modifican los niveles uno y dos.
Esta propuesta, que ha sido remitida al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico para su estudio y consideración, adapta los trasvases a los nuevos caudales mínimos establecidos en el Plan Hidrológico del Tajo, tal y como exige su normativa con fecha límite el 11 de febrero de 2024. Se propone un cambio de estrategia para gestionar Entrepeñas y Buendía de forma racional, sin forzar su sobreexplotación, aprovechando su gran capacidad para realizar una regulación eficiente, garantizando su aprovechamiento por parte de las industrias del ocio y el turismo.
El alcalde de Alcocer, Borja CastroComo presidente de la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía, ha expresado su esperanza de que se aborde esta propuesta, con datos técnicos, elaborada por el catedrático e ingeniero de Canales y Puertos, Antonio de Lucas, de la Universidad de Alcalá, en colaboración con Beatriz Larraz, directora de la Cátedra Tajo, Enrique San Martín,Raúl Urquiaga y Miguel Ángel Sánchez, la Universidad de Castilla-la Mancha y la Universidad de Educación a Distancia. Castro defendió que su territorio “ha sido golpeado y maltratado” y esta propuesta apunta, entre otras cosas, a que la zona vuelva a tener un uso recreativo.
La propuesta se ha diseñado partiendo de la base de minimizar el número de ocasiones en las que los embalses de la cabecera del Tajo habrían entrado en situación de excepcionalidad hidrológica desde 1980 De haberse aplicado estas normas, “una situación que, como su nombre indica, debería ser rara y, sin embargo, no lo es”, apunta. Beatriz Larraz, director de la Cátedra UCLM-Soliss Tajo y coautor del informe. De hecho, el documento estima que, de continuar las actuales reglas de explotación, los embalses estarían en excepcionalidad hidrológica el 42,1% del tiempo, lo que indica claramente la urgencia de cambiar estas reglas.
El estudio se ciñe escrupulosamente a lo establecido en la disposición adicional quinta de la Ley 21/2015, que indica que los parámetros del Reglamento de Explotación podrán ser modificados “con el único objetivo de proporcionar Mayor estabilidad interanual del suministro. (por motivo del trasvase), minimizando la presentación de situaciones hidrológicas excepcionales a las que se refiere el nivel 3.
La propuesta de nuevas cantidades a transferir en función de las aportaciones de los últimos 12 meses y los diferentes niveles de llenado del Embalses de Entrepeñas y Buendía que lograría el objetivo de minimizar situaciones de excepcionalidad hidrológica y que, en consecuencia, proporcionaría mayor estabilidad a los trasvases.
Actualmente, las normas de funcionamiento sitúan los envíos en 20 hm3 máximos posibles en el nivel 3, 27 hm3 fijos en el nivel 2 y 60 hm3 fijos también en el nivel 1; A esta última situación se accede una vez que los embalses tengan un volumen de llenado de 1.500 hm3. La propuesta, como se ve en la tabla, reduce los envíos máximos posibles en nivel 3 a 8 hm3 desde su aprobación, mientras que reduciría progresivamente los envíos obligatorios en nivel 2, primero a 16 hm3, pasando por 13 hm3 y finalmente a 11 hm3. . Además, se sugiere modificar el umbral de stocks embalsados que permiten el paso al nivel 1 para evitar regresar inmediatamente al nivel 2, desperdiciando así su gran capacidad de embalse, que es lo que permite una regulación eficiente.
Con esta nueva propuesta, según informa la Cátedra del Tajo, se lograría “no entrar en ningún momento en los niveles 3 y 4 de excepcionalidad hidrológica, por lo que se alcanzarían los dos objetivos: el de minimizar (hasta cero) estos ocasiones y “Estabilizar los trasvases, ya que no entrar en los niveles 3 y 4 significa que la cantidad de agua a trasvasar es conocida por los agricultores desde el inicio de las campañas”. A cambio, la cantidad media anual trasvasada se reduciría a 239 hm³/año de media hasta 2026; 209 hm³/año durante 2026 y 187 hm³/año de media a partir de 2027.
Antonio de Lucas, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, doctor en Hidrología y Gestión de Recursos Hídricos, miembro de la Cátedra UCLM-Soliss Tajo y coautor del informe, afirma que “las actuales normas de explotación están diseñadas para maximizar el volumen trasvasado, y desde el Las cantidades que van al Tajo están fijadas por ley, esto sólo puede hacerse a costa de reducir la evaporación; por Reducir la evaporación busca bajar el volumen embalsado de Entrepeñas y Buendía lo máximo posible. “Este procedimiento conduce a la situación actual de clara sobreexplotación del sistema, con una regulación ineficaz del recurso, desaprovechando la capacidad del embalse de Entrepeñas y Buendía”. La propuesta que se ha presentado evitaría esta situación, en su opinión.
Además, el Presidente plantea una cuestión importante porque “la propuesta es que Se recuperaría la función de los embalses de Entrepeñas y Buendía como embalses de regulación del río Tajo, así como los usos de industrias de ocio y turismo en dichos embalses. Estos usos son prioritarios para la transferencia porque son usos de la cuenca de transferencia. Hay que tener en cuenta que debe garantizarse en todo caso el carácter preferente de la cuenca del Tajo y asegurarse de que los trasvases desde las cabeceras nunca puedan representar un límite o impedimento para el desarrollo natural de dicha cuenca (según la Ley 10/ 2001, disposición adicional tercera)«.
En conclusión, “esta propuesta se realiza dentro del marco legal de las normas del Trasvase, lo que implica no haber tenido en cuenta ni la situación del río Tajo ni su comportamiento hidráulico aguas abajo de Aranjuez ni el conjunto de impactos que la presión del Trasvase Tajo -Segura tiene sobre la cuenca cedente, por lo que debe entenderse como una medida atenuante en la programación mensual del agua declarada excedentaria fuera de la planificación hidrológica del Tajo.»