La noche había vuelto a ser tropical y pegajosa. El periodista amaneció sudoroso. Buscó en la mesita de noche el vaso de agua que le había quedado antes de caer sobre la cama. No quedó ni una gota. Se levantó y fue a la cocina a beber. Fue entonces cuando sonaron los pitidos del noticiero de la COPE a las seis de la mañana. Herrera Carlos comenzó dando la primicia: «Los militantes de compromisouna coalición de partidos a su vez unida al Sumar de Yolanda Díaz, han decidido poco después de la medianoche por una amplísima mayoría, que sus diputados, que son cuatro en total, no votarán la investidura de Pedro Sánchez como presidente del gobierno del estado español si no se compromete por escrito a hacer realidad estas exigencias, que considera absolutamente irrenunciables:
– Cancelación total de la deuda de la Comunidad Valenciana (en el texto se menciona el país valenciá) como primer paso para reparar el agravio histórico causado por la infrafinanciación sufrida.
-Compromiso (Herrera ironiza, de Compromís, compromiso…) firme y garantizado de que la futura financiación autonómica se ajustará a las necesidades reales de los valencianos en educación, sanidad, dependencia, vivienda, patrimonio, obras públicas e infraestructuras, turismo, empleo y agua.
-El Gobierno presidido por Pedro Sánchez garantizará que en un plazo no superior a seis meses aprobará la recuperación del Derecho Civil valenciano.
-El Gobierno garantizará la llegada de agua en cantidad y calidad suficiente para que el campo valenciano siga siendo el jardín de Europa.
Impresionado por el contenido de la noticia, bebió un largo trago de agua fresca y se dio un “collons” lleno de admiración, mientras se decía: “Qué gran noticia, qué buena propuesta de Compromís. Sí señor, con un par, ya era hora de que los que tanto alardean de valenciano los pusieran sobre la mesa…»
Recordó que él mismo había criticado en un comentario publicado en torrevieja news today la actitud floja de joan baldovi, que pasó por el Congreso de los Diputados sin gloria alguna porque en ninguna ocasión puso las peras a cuarta al presidente del Gobierno que, con el apoyo parlamentario tan exiguo que tenía, se habría visto obligado a ceder a sus demandas, pero la izquierda sueca pasa todas las posibilidades de haber puesto precio a su voto. Lo de “la voz valenciana en el Congreso”, de la que se rió Baldoví, siempre le había parecido flatus vocis sin repercusión alguna en el BOE, ni siquiera en un diario en forma de titular con cierta resonancia tipográfica. Y que ese Baldoví había dicho y repetido que se iba a poner duro exigiendo una solución a la insoportable desfinanciación que sufrían los valencianos. Nada en absoluto. Un pagafantas. Una escuela de amén. Eso es lo que pensé de él..
El locutor de la COPE terminó de leer la noticia, que dijo estar tan sorprendido como conmocionado, pidió su opinión a los madrugadores. El diplomático Inocencio Arias, que conoce bien nuestra tierra, comenzó diciendo que la reivindicación de Compromís le parecía lógica después de lo mucho que Sánchez ya ha dado a Junts y “porque no afecta en nada al espíritu ni a la letra de nuestra Constitución. Si tenemos en cuenta que todas las demandas del prófugo puigdemontque sí vulneran y muy gravemente se ha abordado la Carta Magna, parecen lógicas las reivindicaciones de los valencianos, que hace tiempo deberían haber sido atendidas por el gobierno de Frankenstein…»
El periodista sintió que se le aceleraba el pulso por lo que acababa de escuchar. Compromís, por fin, había demostrado que podía hacer valer sus votos, sólo cuatro votos, pero que en caso de ser no frenarían la aspiración sanchista de seguir comandando La Moncloa y volando en el Halcón, en el que ya estaba visto después de haber cedido a todos los chantajes del fugitivo de Waterloo.
El móvil, que el periodista siempre dejaba junto al cabecero de su cama, sonaba: “Son las seis de la mañana, las cinco en Canarias…” Herrera Carlos comenzaba su informativo: “Carles Puigdemont te recibirá en su residencia en unas horas de Waterloo al candidato a la reelección de Pedro Sánchez para la firma del acuerdo…”.
El periodista notó que estaba más empapado que otras madrugadas, debido a un calor húmedo y pegajoso como el sufrido durante demasiadas noches de un verano agobiante. «maldito sueñomurmuró por lo bajo mientras trataba de silenciar el teléfono celular.