algunos vecinos de ibí (Alicante) les cuesta ir a masa o a cualquier ceremonia en su Iglesia de la Transfiguración del Señor por el obras de teatro en la plaza, que se han retrasado durante meses y han convertido el acceso al templo en una misión casi imposible.
Como le ocurrió hace unos días a un desactivado quien fue a funeral de un familiar y, al no tener la rampa Como siempre, necesitó la ayuda de varias personas para transportarlo en su silla de ruedas eléctrica, con un peso que superaba con creces los cien kilos.
La falta de espacio alrededor de la iglesia también ha descartado la construcción de otra rampa, ya que al otro lado de la escalera las dimensiones e inclinación por altura no permiten esa alternativa.
Valla que impide el paso por un lateral del templo.
La consecuencia es obvia, un obstáculo para gente con asuntos de movilidad, mayor que con caminantes y los que llevan carros de bebes, principalmente. Aunque el párroco ha explicado a los feligreses que ha pedido en varias ocasiones una solución a los responsables municipales y ha asegurado que adoptarán alguna medida en breve, las semanas transcurren sin cambios.
Crece también el desánimo al ver la poca o nula actividad en las obras de remodelación de la plaza, con apenas una persona dentro de la obra durante días enteros. Además, en un contexto de incertidumbre para el desarrollo del proyecto, dada la situación contable del Ayuntamientocon los mayores problemas de liquidez de su historia y varios meses de retrasos en el Pagos de servicios públicos -también a la empresa contratista de este proyecto- e incluso retrasos en el pago de salarios a los funcionarios.
Acequias y situación de las obras de remodelación de la plaza que rodea la iglesia.
Este colapso comenzó en primavera, en la anterior legislatura con un gobierno municipal del PP, pero no se ha resuelto e incluso se ha agravado tras el cambio de color político, ahora con un alcalde socialista. Ambos se responsabilizan mutuamente de este impasse.
Una de las consecuencias se ha hecho evidente en la más antigua de las dos iglesias del municipio, donde se renovado su fachadasun proyecto que debía realizarse en paralelo al de la plaza -que contempla una estacionamiento subterraneo uno nuevo que pasará de privado a público y de 16 a 58 escaños – y que ya empezó con un retraso de un año después de dos licitaciones fallidas, con el aumento de los precios de los materiales. Tenía que estar terminado en agosto y las fotos dejan claro que está lejos de estar en el plazo previsto y no se vislumbra un final.