Más de un centenar de personas se manifestaron este sábado en Toledo para pedir que “las máquinas empiecen a trabajar ya” en el acondicionamiento de la autovía de los tobasun pequeño pueblo de la Sierra Norte de Guadalajara, que lleva 32 años abandonado y cuyas obras de rehabilitación quedaron paralizadas en agosto, cuando estaban a punto de comenzar, debido a la Ley de Rutas Pecuarias.
La marcha, que se desarrolló entre la Puerta de Bisagra y el Ministerio de Fomento, estuvo encabezada por el alcalde, Javier Cantero, quien reprochó al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, “haberles engañado” al realizar el Debate sobre el Estado de la Región para fijar la CM-1053 y, una vez publicado el proyecto en el BOE, paralizar los trabajos porque, supuestamente, contradice la citada ley.
«Hemos visto muchas cosas raras y la gente está muy indignada y enfadada. Las obras son una cuestión de seguridad vial ya que la vía está intransitable”, insistió el alcalde. El proyecto de acondicionamiento de la CM-1053 se realizó en 2022 y la obra salió a concurso este año con un presupuesto de 6,5 millones. Paralelamente, las Cortes debatían la Ley de Caminos Pecuarios, que entró en vigor en marzo, por lo que el alcalde se pregunta “si nadie se dio cuenta de que esta ley y el ordenamiento de los caminos eran incompatibles”.
Reunión con la Junta
Asimismo, Cantero mantuvo recientemente una reunión con el delegado de la Junta en Guadalajara, José Luis Escudero. En él, ha dicho, “se ha conseguido un principio de acuerdo que ahora hay que plasmar en el papel, porque otras veces también ha habido acuerdo y se ha ido al carajo”.