Cosas del cambio climático


Parece que Alemania está cansada de abrir demasiado la mano con la inmigración y tiene intención de tomar medidas serias. El canciller Olaf Scholz cree que ha llegado el momento de actuar mediante “deportaciones a gran escala” de todos aquellos que se encuentran en situación ilegal, y rápidamente. La decisión parece tener éxito en el Bundestag, con el apoyo de la oposición conservadora. El líder alemán no habla de oídas ni es un indocumentado ascendido a presidente con un doctorado fraudulento. Abogado laboralista, fue alcalde de Hamburgo, la segunda ciudad del país, durante siete años. Conoce muy bien el esfuerzo que supone mantener los servicios sociales para las administraciones locales y regionales. Quien no tenga derecho a permanecer en suelo alemán “debe abandonar nuestro país”. Sólo así podremos garantizar que las personas que han encontrado protección contra la guerra y el terrorismo puedan recibir la atención necesaria”. Más de un millón de ucranianos han encontró refugio allí, mientras que está cada vez más preocupado por la presencia de inmigrantes de países islámicos.

En España, durante este año, sólo Canarias ha registrado la llegada de unas 28.000 personas en cayucos. Una cifra muy elevada y cercana a la crisis vivida en 2006. Desde septiembre el fenómeno se ha disparado, con origen en Senegal y aterrizaje en El Hierro. El colapso en los centros de acogida del archipiélago ha obligado a más de 5.000 inmigrantes a ser trasladados a diferentes provincias de la Península, según datos facilitados por el ministro de Inclusión, Seguridad Social e Inmigración, Javier Escrivá, que ahora pica a los autónomos y tacha de “xenófobos” a quienes critican su mala gestión en estas circunstancias. 250 de ellos han llegado al balneario de Las Salinas, en Medina del Campo, sin previo aviso al Ayuntamiento de la localidad vallisoletana, de poco más de 20.000 habitantes. Y así en otros municipios, cuyos alcaldes denuncian la falta de control y opacidad con la que se ha asignado un destino a estas personas.

Ante la brutal presión que sufren Canarias, es inevitable preguntarse qué piensa hacer el Gobierno de Sánchez, Marlaska y Robles -ministros “competentes” en seguridad y defensa de las fronteras- para reconducir la situación. El discurso oficial sugiere que ahora existe una buena relación con Marruecos y que el origen masivo de los subsaharianos es Senegal. Pero desde este país hasta El Hierro la distancia es de unas 950 millas náuticas -casi 2.000 kilómetros-, por lo que con buena mar y un motor diésel el barco necesitaría al menos diez días, como señala Miguel Ángel Garat, capitán de barco en la reserva, para recorrerlo. el viaje. Tiene sentido para él pensar que, en el submundo de la trata de personas, sean remolcados por embarcaciones y dejados a la deriva cerca de las costas de llegada. Aunque algunos sostienen que entre esos dos puntos existe una potente corriente marina atlántica. ¡Qué casualidad! Cosas del cambio climático.

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