Tesoros de Ourense | Paderne de Allariz, desconexión a un paso de la ciudad


“En Paderne te ofrecemos calidad de vida”, reza uno de los lemas que repite el consistorio. Y es cierto que Este municipio ha quedado ahí, como un remanso de paz., en medio de otros municipios mucho más bulliciosos, poblados y urbanizados. Todo está a un paso de Paderne: Ourense capital, a unos 10 kilómetros. Allariz, a las 14. Maceda, a las 11.

Este pequeño municipio se ofrece como contrapunto a la ciudad, como paisaje natural y lugar de residencia ideal para quienes trabajan en zonas periurbanas, pero también para aquellos que quieran pasar unos días desconectando en plena naturaleza, como un gran ejemplo de la Galicia rural del interior. También ofrece algunos enclaves llenos de personalidad, como el conjunto de hórreos de Vilameá o las antiguas canteras de Rioseco, metamorfoseadas en laguna. Entre el patrimonio arquitectónico destaca una iglesia sobre las demás, la de San Pedro de Figueiredo, de origen románico; pero también hay que mencionar los de San Salvador de Solveira y San Lourenzo de Siabal, ambos barrocos pero muy diferentes.

Luego están los pueblos pequeños. Paderne está salpicada de decenas de núcleos de población que conservan bellos elementos etnográficos como cruces, hórreos, molinos, hornos y casas tradicionales en las que las piedras antiguas, las desgastadas escaleras cubiertas de musgo, siguen hablando de quienes las utilizaron. También existen tres rutas de senderismo, Rioseco, Peneras y Saa, que ayudan a conocer estos lugares con encanto para los amantes de los paseos por senderos estrechos entre los árboles.

¿Qué visitar en Paderne de Allariz?

  • Santa da Piedra. Su nombre se debe a que está realizado en piedra y está situado en lo alto de una gran roca. Los vecinos de Paderne destacan la gran devoción que existe hacia esta santa, que recibe visitas diarias a pesar de su ubicación alejada de ella. Esta santa se encuentra aproximadamente a 10 kilómetros de la capital de Paderne, y tiene una placa con su leyenda, que dice que según la tradición, de la piedra sobre la que se sienta, con forma de oreja, siempre sale con agua curativa en la frente. , hecho confirmado por vecinos. La leyenda relaciona este lugar con la plaza de Santa Mariña cuando se pastaba el ganado. Se indica que posiblemente se trate de la cristianización de un anterior lugar de culto celta-druídico, y que en 1970 el párroco de San Vicente, Antonio Cid, encargó realizar este santo en piedra.
La pequeña y mística Santa da Pedra.
La pequeña y mística Santa da Pedra.
  • Iglesia de San Pedro de Figueirido. Se trata de una iglesia que, aunque decorada con gusto barroco, ofrece su origen románico. En su fachada principal hay un pórtico con doble arquivolta que descansa sobre columnas con capiteles corintios y en el tímpano están representados una vaca y un león. Si entramos observaremos que la iglesia es de una sola nave recubierta de madera con arcos apuntados a excepción del ábside que es de medio punto. Se encuentra el retablo, de dos tramos y tres calles, en cuyo centro se encuentra San Pedro, patrón de la localidad, en una pequeña hornacina decorada.
    La pequeña y mística Santa da Pedra.
    La pequeña y mística Santa da Pedra.

    Además, también hay que mencionar la importancia de la iglesia de San Salvador de Solveira, un edificio barroco de fachada muy sencilla y que tiene una sola nave cubierta con bóveda de cañón. Por su parte, la iglesia de San Lourenzo de Siabal destaca por su bella torre barroca que, dividida en tres tramos, contribuye a resaltar la verticalidad del edificio.

  • Conjunto de hórreos de Vilameá. La actividad agrícola propia de un municipio rural ha dejado su huella en construcciones tradicionales como hórreos, molinos y hornos. Ejemplos de ellos tenemos en Vilameá, donde se conserva un magnífico conjunto de hórreos que recuerdan la intensa actividad que tuvieron en tiempos pasados ​​todos estos núcleos, hoy carentes de habitantes.
El conjunto de hórreos de Vilameá da fe de la intensa actividad agrícola que se desarrollaba en la zona.
El conjunto de hórreos de Vilameá da fe de la intensa actividad agrícola que se desarrollaba en la zona.
  • Cantera de Rioseco o lago de Cantoña. Sobre los antiguos terrenos de una cantera se encuentra hoy un lago que muestra toda la belleza natural que Paderne puede ofrecer a sus visitantes. Pero no sólo aquí podrás disfrutar de la naturaleza, ya que las rutas de senderismo de la propia parroquia de Rioseco, o las de Peneras y Saa, son de visita obligada.
  • Feria de Figueiroá. Las ferias son un elemento fundamental en la Galicia rural y Paderne de Allariz no es una excepción. En este caso, la feria de Rioseco se realiza en la parroquia de Figueiroá, cada 13 de cada mes. A la actividad comercial de muy variada índole se suma la imprescindible cita gastronómica, en la que no puede faltar una suculenta ración de pulpo a feira típico de toda la provincia.

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