Aquí mismo
El periódico radiografió el vitalidad de ciudades con población similar a Ourense y esas analogías revelan nuestras miserias. Bueno, especialmente nuestras supuestas acciones a favor del desarrollo. Santiago, León, Girona y Jaén han sido dotados de herramientas para el progreso, afirmó torrevieja news today. Sin ser Silicon Valley, parece que no lo están haciendo mal. Sus directivos han trabajado duro y encontrado aliados para sus proyectos. En la capital de provincia, qué decir, si no hay nada en la bolsa. Paredes de Coura es una localidad del norte de Portugal (al lado), con poco más de 9.100 habitantes (algo menos que Xinzo de Limia) y cuyo alcalde es Vitor Pereira, el segundo más votado de Portugal. Estos últimos días participó en un acto organizado en Ourense por el Círculo Empresarial de Galicia, acompañado de Andrés Fernández, director del Grupo Zendal, firma dedicada a la biotecnología y la farmacia. La compañía acaba de abrir una planta de fabricación de vacunas en la localidad portuguesa. Unos 25 millones de euros de inversión garantizan empleo altamente cualificado. El concejal, más inteligente que el hambre, garantizó permisos, derribó muros y cruzó puertas para lograr el propósito que le da a Paredes de Coura un plus en innovación. El viernes, la multinacional del automóvil BorgWarner anunció el Centro de Investigación Avanzada de eMobility en el Área Tecnológica del parque empresarial Porto do Molle, en Nigrán (al lado). Veinte millones de inversión, 150 puestos de trabajo, 30 de nueva creación. En el Ayuntamiento de Ourense (aquí mismo) se debate estos días apasionadamente la cuestión de dedicar un millón de euros a los partidos.
don amancio
El martes el primero residencia de la Fundación Amancio Ortega, una hermosa instalación que demuestra la colaboración público-privada. Luego se irán Lugo y Pontevedra, quedando Vigo en barbecho y Ourense sin fecha. La fundación prometió once millones de euros, pero La gestión de Jácome también demuestra en esto que le sienta bien la gestión. En esta glaciación (así se podría definir la gélida etapa municipal) el Ayuntamiento no ha tramitado ningún gran proyecto. No lo hace porque no hay una sola iniciativa significativa que tenga a Ourense entre sus objetivos, ni siquiera para las personas mayores. Uno, que estuvo a punto, sucumbió al laberinto burocrático municipal y salió haciendo el ridículo del ayuntamiento.
Las campanas
La vida se supone que es una suma de experiencias, logros y también renuncias. En Ourense debemos estar en esta última fase, la de rendirse. Bueno mirado esto ya no viene de ahora. Este periódico (nuevamente) advierte que La Escuela de Enfermería puede seguir siendo una mera rama universitaria. La reconversión de la titulación podrá llevar la sede a Pontevedra, subordinando a Ourense. La historia de la provincia se ha forjado en las últimas décadas con el lamento rosaliano de adiós ríos, adiós fuentes. El poder financiero emigró a la costa, al igual que el empleo que atraía el sector del automóvil. En los años 90 se puso en marcha el Parque Tecnológico, que muy pronto perdió el nombre de Galicia al duplicarse en otros lugares. Ley era el título chachi de la ciudad, por cuyas calles pasearía un ejército de túnicas, pero había que “compartirlo” con Vigo, para que no lo fuera. La Facultad de Física cerró la jornada en Ourense hace más de una década tras quince años de funcionamiento por unos pocos euros. Ahora se puede volver a escuchar el repique de campanas en el campus. Ya lo decía Hemingway: “No te preguntes por quién doblan las campanas, doblan por ti”.
Todo en orden
Penouta es un pequeño pueblo de Viana do Bolo, de menos de cien habitantes, que cuenta con una mina de tantalio y niobio, estratégica en Europa. Da empleo a casi 130 personas, una bendición para Viana (unos 2.700 habitantes). La justicia escrupulosa para ciertas cosas, decretó por sentencia el cierre de la explotación. La angustia se extiende por toda la región. Aún está pendiente el futuro de las fábricas de pizarra de Valdeorresa Irosa y Samaca, con 300 puestos de trabajo. Dos puñaladas más en la zona rural. Todo en orden en Ourenseuna semana mas.
El portafotos
Luis Menor va camino de ser el atlante de la provincia. Sobre las espaldas de este Astérix también cae el presidencia del PP en la provincia. Pues en realidad el de un directivo que decidirá quién toma las riendas, siendo quien tiene todos los votos. Con ello se van abriendo nuevos caminos, por ahora más en las formas que en el fondo. Pero, de momento, ya ha conseguido acuerdos inéditos en la Diputación con sus rivales y su oposición le respeta.
El viernes, con el beneplácito de Rueda, asumió desde la dirección del PP la tarea de pilotear la nueva etapa. Luis Menor tiene capacidad de trabajo y ganas de hacerlo, propósito siempre útil. En la institución provincial elogian su respeto por los funcionarios y su saber hacer, lo que le hace ganar adeptos. Pero, claro, Luis Menor es presidente de la Diputación, alcalde de Pereiro de Aguiar (uno de los municipios con mayor renta per cápita de la provincia) y ahora presidente de la empresa gestora del PP. En política se venera mucho al superhombre, se acaparan cargos, se corre el riesgo de gestionarlo todo de esa manera. Lo que pasa es que, como es el caso, más que acaparar es ahorrar. Si no presides todo, tus propios correligionarios son los que te lo disputan todo. Y en política si no lo tienes todo no eres nada.
Cuando pones la lupa
Razones para ganar, también respeto.
Ourense no es un lugar de disturbios como los vividos esta semana con el enfrentamiento entre policías y bomberos locales ante la sede del Consejo Provincial. El asunto fue aún más excepcional porque los disturbios fueron entre trabajadores públicos.
La escena era extraña: lanzallamas, bengalas, pintura contra la fachada, cargas policiales, heridos y un reguero de reproches. Bomberos y policías intercambiaron acusaciones sobre quién provocó primero y ni siquiera el empate resulta tranquilizador. El cuerpo de bomberos lleva sus exigencias al máximo y sus empresarios (diputaciones y Xunta) dicen que sus peticiones son de otro mundo. Al final todo es un problema de pasta que se solucionará cuando la vean en la mesa, posiblemente menos de lo que piden. Mientras tanto, los manifestantes aún no conseguían el respeto de la sociedad por lo sucedido. Y cuando algunas actitudes no se comprenden, la gente puede creer que todo es una actuación.