El COB, a por el más difícil todavía en la cancha del Oviedo



La COB juega la noche de Halloween en Oviedo con la intención de seguir asustando a la Liga. La COB llega con la apariencia de un equipo revelación ya dueño y aspirante a dejar nuevamente a Pumarín como líder. Un campo complicado, un rival muy exigente y un equipo orensano que viajaba lleno de confianza tras las excelentes sensaciones que dejó el último partido ante el Cáceres.

“Me espero un partido duro, difícil, muy complicado. Me espero un partido de mucha exigencia física contra un rival que ha hecho una pretemporada extraordinaria y ha ganado a San Pablo Burgos y Estudiantes, dos de los tres mejores de la competición. Además, jugar en Pumarín siempre supone tener un nivel extra de dificultad porque es una pista en la que el Oviedo siempre juega muy bien y donde el público es muy solidario y empuja”, advierte el técnico ourensano, Félix Alonso.

Ante Cáceres, el COB supo minimizar las referencias ofensivas del rival y esta noche deberá acercarse a la misma actuación con Demetric Horton o Josep Pérez. “Será muy importante adaptarse bien al plan de juego y no tener ningún bajón porque ellos lo aprovechan por la intensidad con la que juegan”, añade el técnico.

Justin Turner es la única ausencia del COB. Los resultados de las pruebas médicas a las que fue sometido la semana pasada hacen que el club sea optimista en que su regreso estará más cerca de lo que parecía inicialmente, pero está descartado para los dos partidos de esta semana y no hay fecha inmediata para su regreso. alto.

Sin Turner, Adika Peter-McNeilly, Álvaro Palazuelos y Sergio Llorente deberán seguir asumiendo galones y los tres han dado un claro paso adelante en cada partido. Pero más allá de lo que la COB sea capaz de hacer en ataque, la clave será un partido más en defensa. El Oviedo anota 84 por partido y con esa cifra el precio de la victoria aumenta considerablemente.

Habrá que recurrir a la pizarra para minimizar las individualidades del Oviedo, pero sobre todo nunca perder la concentración en el equilibrio defensivo y el trabajo reboteador en ambos aros. Los locales necesitan correr para estar cómodos en la cancha.

“Es un rival que juega con mucha intensidad, que utiliza mucho el contacto. Es el equipo que más faltas recibe y eso habla de la seña de identidad de un equipo que quiere defender y quiere presionar. Esto le permite correr mucho más tarde y de hecho es el segundo de la competición que más puntos anota y el que más tiros de tres puntos realiza. Su ritmo de juego es muy alegre y juegan posesiones muy cortas con jugadores de mucha calidad”, explica Alonso sobre lo que se van a encontrar esta noche. Y personaliza algunos jugadores de la plantilla del Oviedo: “Josep Pérez está jugando a un nivel extraordinario y con mucha confianza. Horton está siendo una de las sensaciones claras de la competición, un jugador con mucho talento. Además. Lobaco o Sanz están aportando mucho y no podemos olvidar la presencia interior que tienen”.

En ataque, el COB parece haber consolidado su juego interior como pieza fundamental y en el tiro exterior ha abandonado la radicalidad de los partidos de pretemporada. Es la teoría de un partido que, tras superar la mejor marca de los últimos años, comenzaría a acercar al COB al mejor inicio de liga de su historia y que, y lo más importante, le haría seguir sacando ventaja en el zona de permanencia, el objetivo de la temporada para un equipo que no parece conformarse con nada y que aspira a ser aún más complicado en cada partido. Ganar en Pumarín serían palabras mayores.

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