Él alcalde de albacete, manuel serranoTras convocar reuniones de urgencia con diversos colectivos sociales, vecinales y empresariales, ha anunciado que el Ayuntamiento se va a posicionar “clara y rotundamente en contra” del proyecto de instalación de una planta de biogás en el Polígono Industrial Romica, en un polígono industrial de la que trabajan más de 6.000 personas y que estaría ubicado en una zona muy próxima a núcleos de población como urbanizaciones y el propio casco urbano.
Manuel Serrano ha afirmado que su cargo y el de la Ayuntamiento de Albacete Es la posición de los vecinos, a los que les une “el rechazo a afrontar este problema” y han advertido que van a utilizar “todas las herramientas” a su alcance para intentar paralizar esta instalación, según ha informado el Ayuntamiento de Albacete. Consejo en comunicado de prensa.
“Vamos a caminar juntos un camino sólido y efectivo para lograrlo con argumentos legales, técnicos y sociales”, agregó. En este sentido, ha destacado que han dado “una participación real a todos los colectivos afectados”, tras las reuniones que se han mantenido a lo largo de la mañana con empresarios, vecinos, ecologistas y otros colectivos sociales.
El Ayuntamiento, tal y como ha anunciado el alcalde, ya ha remitido un informe emitido por los servicios técnicos del Departamento de Urbanismo, en respuesta al trámite de información pública para la autorización ambiental integrada que está llevando a cabo la Junta de Comunidad, en el que se considera que la instalación incluya elementos incompatibles con el cumplimiento de las Ordenanza Ambiental Municipal por la generación de residuos malolientes, “lo que ocasionaría molestias a las más de 6.000 personas que trabajan diariamente en Romica así como a los vecinos de Albacete”.
Serrano ha explicado que con este informe el Ayuntamiento se “opone categóricamente a la construcción en Albacete de un equipamiento que provoca el rechazo unánime de la sociedad”, rechazo que el Ayuntamiento comparte y quiere “llevar bandera con todos los medios legales” para su alcance.
Este informe se ha elaborado tras conocer el proyecto final que ha sido sometido a estudio de impacto ambiental, en el que aparecen nuevos elementos que no aparecían en la consulta urbanística inicial que se había presentado previamente.
A una primera reunión asistieron empresarios de Romica y Campollano así como de otras zonas de la ciudad más cercanas a la posible instalación de la planta de biogás. En otra convocatoria, el alcalde y los concejales de Urbanismo, Julián Garijo; de Medio Ambiente, Rosa González de la Aleja; y de Barrios, Llanos Navarro, se reunió con otros colectivos afectados como representantes vecinales de FAVA, de las urbanizaciones más cercanas (La Piña Verde, Miralcampo y Pinares del Júcar) y de Ecologistas en Acción.
Todos los asistentes a estas reuniones han mostrado unánimemente su preocupación por los posibles riesgos de esta instalación industrial, como los malos olores y el elevado tránsito de camiones cargados de residuos por el término municipal (más de 200 toneladas de residuos al día). De hecho, se estima que el volumen de residuos tratados equivaldría a tres veces el generado por toda la ciudad de Albacete.
Este tipo de instalaciones ha causado rechazo en numerosas localidades donde se han presentado proyectos similares por el alto impacto ambiental que pueden causar, perjudicando la calidad del aire con posible afectación de acuíferos y provocando además la proliferación de gérmenes y mosquitos entre otros insectos. molesto e insalubre.
La planta proyectada estaría ubicada en el Polígono Industrial Romicaen una zona muy próxima al núcleo urbano y sobre una parcela de más de 25.000 metros cuadrados.
“Voy a trabajar para conseguir la unidad institucional para que esta planta no se ubique en nuestra ciudad porque Albacete no merece estar sometida a los malos olores y las insalubridades que puede generar tal cantidad de residuos en una zona donde tantos la gente trabaja y tan cerca del centro del pueblo”, insistió el alcalde.
A su vez, el Ayuntamiento promoverá la modificación de todo tipo de normativa municipal, tanto medioambiental como urbanística o de cualquier otro tipo, para evitar la construcción de futuras instalaciones de este tipo que puedan causar molestias por malos olores o insalubridad tanto a residentes y residentes. a las empresas de la ciudad.