En el tuit, continúa explicando que el mesero del lugar, luego de que se viralizaran las fotos de los clientes, no le dio importancia al hecho, pues a pesar de la ‘simpa’ “él estaba feliz porque nuestros compatriotas habían comido bien y estaban satisfechos“.
Sin embargo, después de recibir esta información, Meloni afirma haberse sentido lástima por lo sucedido, justificando que la Italia que quiere representar “no es una nación que hace hablar de sí misma en el extranjero por estas cosas, que no respeta el trabajo de los demás, que piensa que es divertido engañar a los demás”. Por eso, el presidente italiano decidió pagar la cuenta de su propio bolsillo y así saldar la deuda que los ciudadanos italianos dejaron en el restaurante.
Asimismo, Meloni ha criticado que se haya creado una polémica desde Italia “por una oposición que evidentemente prefiere otra imagen de Italia”. La presidenta ha terminado su mensaje lamentando no haberlo hecho siquiera en esta ocasión podrían “todos estar de acuerdo”.
Meloni pide ayuda a ONG tras la llegada de 3.000 inmigrantes
El pasado fin de semana llegaron a las costas italianas más de 3.000 inmigrantes. Esta situación hace que el país se vea desbordado, haciendo que el servicio de atención al migrante en algunos puertos altamente saturado.
Tanto es así que el Primer Ministro italiano, Giorgia Melonique había decidido limitar el trabajo de las ONG en alta mar, ha tenido que dar marcha atrás y pedir más rescates.
Este cambio de tono por parte de la presidenta italiana ha pillado a muchos por sorpresa, ya que una de las principales investigaciones bajo las que llegó al poder fue la de luchar duro contra la inmigración. Sin embargo, a medida que se atrinchera más en el cargo, Su discursoEn cuanto al tema de la inmigración, parece ablandarse.