La misión (casi) imposible de alquilar una vivienda a un precio asequible


La preocupación por el acceso a la vivienda es uno de los principales problemas en España. Eso es al menos lo que reflejan los últimos barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Pero, en cualquier caso, no hace falta que lo diga el órgano presidido por José Félix Tezanos, sino que cualquiera puede enfrentarse a esta realidad si está buscando casa y, más aún, cuando lo que Lo que quiero es alquilarlo.

En este último caso, en lo que a rentas se refiere, los precios han experimentado un aumento considerable en los últimos años. Así, según datos de Índice de Precios de Vivienda en Alquiler recogido por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2022 se produjo un incremento del 1,6% en Castilla-La Mancha respecto al año anterior. Y cabe destacar la subida de precios en la ciudad de Toledo, que entre 2015 y 2021 registró una subida del 13,72%, la más alta con diferencia.

Además, el precio de la vivienda ha subido más que los salarios en los últimos siete años, algo que se acentúa en regiones como Castilla-La Mancha, donde los salarios sólo han subido una media del 7,68%, mientras que el precio de la vivienda lo ha hecho un 18,22. % Esta circunstancia aumenta las dificultades de acceso a la vivienda de forma general y afecta especialmente a la población con menores salarios y mayor vulnerabilidad.

Para ayudar a las personas que se encuentran en esta situación es fundamental la ayuda de las administraciones públicas, pero también de organizaciones como Provivienda que, con más de 30 años de experiencia a sus espaldas, ha facilitado el acceso a la vivienda a personas y familias. con menos recursos. Un ejemplo es el proyecto de mediación que desde 2021 desarrollan en la capital regionaldonde cuentan con cinco viviendas adosadas para acoger a este tipo de población con contratos de arrendamiento vigentes.

proyecto de mediación

Lo que se consigue con este programa, según explica a torrevieja news today el jefa de proyecto de la ONG, Sandra Suárezes “poner en contacto a los propietarios particulares que quieran alquilar su vivienda con seguridad y garantías, con los inquilinos que, por determinadas circunstancias, tengan impedimentos o dificultades para hacerlo a través del mercado libre o privado”.

La financiación que reciben para ayudar a estas familias es a través del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Provivienda actúa como garantía para los inquilinos durante el primer año, además de ofrecer un seguro de hogar gratuito a los propietarios. Del mismo modo, la organización acompaña a ambas partes durante el proceso con un asesoramiento integral en las diferentes cuestiones que puedan surgir, como en el ámbito legal, social y laboral para que los miembros de las familias beneficiarias puedan mejorar su situación económica.

Provivienda tiene su sede en Toledo, en el número 15 de la calle Roma. Otro de los integrantes de esta organización tiene allí su centro de operaciones, María Teresa Ruiz, la técnica de proyectos de mediación en la ciudad. Dice que en 2023 han atendido 33 casos, gran parte de ellos provenientes de derivaciones de servicios sociales y otras entidades que ayudan a los solicitantes de protección internacional.

De ese total de 33, 12 familias cumplieron con los requisitos y actualmente hay cuatro de ellas que han podido ingresar al programa y están a la espera de cerrar un expediente más de una mujer con su perro, que aún no han sido localizados en ningún hogar. En renta.

Los casos que atiende Provivienda son muy variados: desde la típica familia compuesta por padre, madre y dos hijos hasta familias monoparentales extensas, familias monoparentales con abuela e hijos, otra de la madre con su hija y una tía, e incluso una sola persona.

Los cuatro integrantes de la familia Flores -un matrimonio venezolano con sus dos hijos- decidieron dejar su tierra natal debido a los problemas que atraviesan. Llegaron a España como turistas y ahora han pedido asilo por razones humanitarias para iniciar un nuevo proyecto de vida.

La familia Flores posa feliz en su nuevo hogar obtenido por la ONG Provivienda en Toledo

H. fraile

Llegaron inicialmente a Madrid y, gracias a un programa de acogida, acabaron en Toledo, donde entraron en el proyecto Provivienda. “Fue algo que cambió mi perspectiva, ya que nunca pensé que existieran personas tan profesionales, atentas y dedicadas a su trabajo”, dice. Freddy, el padre de esta simpática familia, mientras su esposa, Sarahí, y sus dos hijos, Fabiola y Michael, lo escuchandurante el desayuno.

Freddy, electricista, trabaja para un subcontratista del Metro de Madrid para instalar el sistema eléctrico en algunas estaciones. Todas las mañanas tiene que levantarse muy temprano para subirse en Toledo al autobús de las 5:15 que lo lleva a la capital de España. Allí comienza su jornada laboral a las siete de la mañana, que se prolonga hasta las tres, por lo que llega a casa no antes de las cinco de la tarde. “Es agotador y ya no tengo 20 años. Con el tiempo, esto te pasa factura”, dice el padre de familia de 46 años.

Reconoce que todo este sacrificio lo hace por su mujer y sus hijos, que “tienen un abanico de oportunidades en España, lo que nos animó a emigrar”. Freddy, que no deja de formarse, busca otro trabajo relacionado con la reparación y mantenimiento de ascensores en Toledo para poder pasar más tiempo con su familia.

Ayuda con el alquiler y orientación laboral

Su mujer, de 47 años, tampoco ha dejado de aprender nuevos oficios en España. Aunque trabajó como docente en Venezuela durante 20 años, ahora se está formando en el ámbito socio-sanitario debido a la gran demanda en este sector y los problemas para convalidar su título de docente en nuestro país. Por ahora, Sarahí tendrá que esperar para empezar a trabajar, pero agradece a Provivienda la ayuda que le han brindado, tanto para la renta como para la orientación laboral, para poder labrarse un futuro. “Esto es muy bueno para los extranjeros porque cuando llegas vienes sin saber absolutamente nada de las políticas del país y te ayudan en todo”, subraya.

Lo mismo le sucede a sus dos hijos, que son muy buenos estudiantes. Fabiola, de 17 años, terminó la ESO el año pasado y comenzó una carrera de formación profesional en artes gráficas y diseño, que compagina con un curso de socorrista para ganar dinero. Estudió en el IES Princesa de Galiana, centro donde se forma su hermano Michael, dos años menor.

Su estancia en España ya dura más de un año y medio; los últimos meses, en Toledo. En su casco antiguo, en la calle Cuesta del Águila, es donde tienen su nuevo hogar gracias a la gestión de Provivienda. “En esta ciudad nos sentimos como actores de una película histórica, ya que es impresionante estar rodeados de tantos monumentos y tantos turistas”, dice esta simpática familia, que ha recuperado su amplia sonrisa lejos de su amada Venezuela.

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