Junts amenaz en un hotel de Madrid con tumbar la investidura de Snchez si no aceptaba un relator internacional


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El PSOE propuso a Miquel Roca, rechazado por el partido de Puigdemont. Una reunión en Madrid hace diez días elevó la tensión por el mecanismo de verificación que exige Junts

pedro s.
Pedro Sánchez, el presidente del TC, Cndido Conde-Pumpido, y el presidente del CGPJ, Vicente Guilarte.PISCINA
  • Política El PSOE se reunió ocho veces con Carles Puigdemont en París, Perpiñán y Bruselas

Una discusión sobre la figura del mediador internacional puso en peligro la semana pasada el acuerdo entre PSOE y Junts per Catalunya para la investidura de Pedro Sánchez. Los equipos negociadores de Carles Puigdemont y el presidente de la Gobierno en el cargo se reunieron hace 10 días en una habitación de un hotel del madrileño barrio de Argelès para avanzar en las negociaciones y abordaron una de las cuestiones clave que quedaban en aquel momento aún por resolver: la exigencia de los independentistas de que se creara lo que llaman un equipo de verificación internacional que debe descansar, en su opinión, sobre tres patas: política, económica y jurídica.

La posición de PSOE Inicialmente se trató de un rechazo absoluto al nombramiento de un verificador en cualquiera de sus variantes, lo que desató la tensión. Hubo un choque. Tras comprobar que la postura de Junts era inflexible y que amenazaban con hacer saltar por los aires el acuerdo, los socialistas, en los que siempre ha tenido un papel clave el número tres del partido, Santos Cerdón, pusieron sobre la mesa una terna de mediadores. de nacionalidad española entre los que sugirieron al abogado y padre de la Constitución Miguel Roca. La línea roja que habían marcado los socialistas era evitar conceder la internalización del conflicto, elevándolo a otro nivel, como siempre han querido. Puigdemont.

La respuesta de los independentistas, cuyo equipo negociador ha estado formado, entre otros, por Jordi Turull y Mariam Noguerasfue que se negaron a admitir que los verificadores fueran los propuestos por el PSOEque dirigió el equipo Sánchezen un intento de redirigir las aguas, para permitir Juntos Eligió los nombres de la terna siempre que fueran de nacionalidad española. los hombres de Puigdemont Una vez más rechazaron el enfoque socialista y decidieron nombrar un equipo de verificación compuesto exclusivamente por extranjeros.

Este enfrentamiento es uno de los motivos que encalló el diálogo y ralentizó el tiempo. Durante unos días, en PSOE Bajó el porcentaje de convicción de que habría investidura. Y, por si acaso, empezó a preparar un colchón ante el hecho de que la negociación pudiera fracasar. Esto no es fácil, confirmaron entonces fuentes de la negociación. La convicción de que habrá Gobierno fue reemplazada por cuando haya acuerdos y si los logramos o esos acuerdos, si se alcanzan, conscientes de que la exigencia de verificación internacional lo estaba bloqueando todo.

Según varias fuentes participantes en las negociaciones a las que ha tenido acceso EL MUNDO, la tensión por este apartado ha propiciado un acercamiento hacia esta fórmula, que debería encargarse de validar si Sánchez está cumpliendo el acuerdo con Junts. En este sentido, dependerá de sus informes durante la próxima legislatura si el partido de Puigdemont apoya los presupuestos de la Gobierno y el futuro de Sánchez estará en todo momento en manos de esta fórmula. Porque, aunque se ha abierto un canal de comunicación y diálogo, todavía existe desconfianza entre las partes. De ahí que un partido quiera verificación y el otro garantías, para sellar un acuerdo legislativo que garantice la gobernabilidad y evite el peligro de que el Ejecutivo puede caer a la primera oportunidad.

Aunque fuentes independentistas dan por sentado que habrá un mecanismo de verificación, los socialistas no lo confirman. Vale recordar, por supuesto, que en febrero de 2019 Sánchez aceptó la figura de un mediador, un relator en la mesa del partido sobre el conflicto en Cataluña, tal y como exigían las fuerzas independentistas, tomar nota y dar fe de lo que se dice, convocar y coordinar a las distintas fuerzas políticas. Una decisión que provocó rechazo dentro del PSOE y eso nunca se terminó.

Mucho más lejos queda la posibilidad de acuerdo para otra de las demandas de Junts que ya ha avanzado Puigdemont en su discurso del 5 de septiembre: el reconocimiento de Cataluña como nación en un documento político paralelo al Ley de Amnistía. Los socialistas hasta ahora se han negado a aceptar esta cuestión, a pesar de haber sido formulada como una condición sine qua non. Tampoco se formulará el texto de la ley en negociación que convocará a un nuevo referéndum ni contendrá reproches de ambos partidos. Tampoco la petición de perdón por parte del Estado.

Será, coinciden las fuentes consultadas, un texto más bien descriptivo que gravitará sobre varios hitos de la proceso que arrancan con el referéndum del 9-N y continúan con el referéndum ilegal del 1-O y la suspensión de esta votación acordada por el Tribunal Constitucional. El perímetro de la amnistía cubrirá, mediante la imposición de Juntos, a todos los involucrados en el proceso independientemente de su relevancia. En este punto también ha habido roces durante los últimos días al intentar PSOE reducir el número de beneficiarios.

Precisamente este martes, y tras una llamada entre Sánchez y Pere AragónLos socialistas han aceptado las exigencias de ERC respecto a este indulto, que temía que la medida de gracia no llegara Marta Roviraescapar en suizo. Es decir, los procesados ​​por su participación en Tsunami democrático y los CDR investigados por terrorismo también ante la Audiencia Nacional.

Tal y como ha adelantado este diario, el acuerdo está pendiente de retocar cuestiones legales con el objetivo de que el texto pase el filtro de la Corte Constitucional y el PSOE Tiene intención de registrarlo en las próximas horas. Fuentes parlamentarias hablan de hoy, por lo que este viernes el Junta del Congreso, que se reúne a las 10:00 am Puigdemont Siempre ha sido inflexible en este punto: nunca habrá acuerdo para investir a Sánchez si no se realiza previamente ese anticipo. Así lo ha dejado claro en las al menos ocho reuniones que ha mantenido con Santos Cerdán en París, Bruselas o el sur de Francia durante los últimos meses y en la media docena de reuniones clave a las que asistieron los ministros de la Presidencia, Flix Bolaos, y el jefe de Hacienda, María Jesús Montero.

QUIM TORRA. La exigencia de un mediador o ponente independiente en las conversaciones entre el Gobierno y la Generalitat no es nueva. Hace más de cuatro años, el entonces presidente catalán, Quim Torra, planteó a Pedro Sánchez la conveniencia de contar con una personalidad externa que diera fe de los acuerdos bilaterales y verificara su cumplimiento en el marco del diálogo abierto en diciembre de 2018 en Barcelona.

ELECCIONES. Aunque Sánchez inicialmente aceptó esa posibilidad, la presión externa, pero también la presión dentro del propio PSOE, le llevaron a dar marcha atrás. La consecuencia fue la convocatoria de elecciones anticipadas después de que los partidos independentistas tumbaran los Presupuestos Generales del Estado.

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