Las nueve de la mañana de un viernes lluvioso en Santiago de Compostela. Coger un taxi, misión casi imposible. Quince llamadas a la centralita de una de las dos asociaciones de taxistas que tienen servicio telefónico. No hay respuesta. Prueba con el número de teléfono de otra asociación. A la tercera vez se establece conexión con ella y se reserva el taxi, con el hora de recogida desconocidaque el teleoperador no se atreve a decir ni siquiera de forma aproximada.
Media hora después, la propia taxista llama al cliente: “Te llamo para confirmar si todavía estás esperando para pasar a recogerte”. Señal inequívoca de que muchos clientes acaban buscándose alternativas debido al retraso habitual. Otras veces, a pesar de haberlo reservado, el taxi ni siquiera aparece.
Este episodio ocurrió el viernes pasado, pero calvarios como este -o peores, porque al menos en este caso, aunque tarde, el cliente acabaría cogiendo un taxi- se repiten día tras día. Tanto en verano, con afluencia de turistas y peregrinos, como en invierno, con la temporada de conferencias. “Hoy tenemos al menos tres congresos, uno en cada extremo de la ciudad”, explicó un taxista en una charla con torrevieja news today: “No podemos seguir el ritmo”.
Licencias insuficientes
Santiago cuenta con un total de 147 licencias de taxi, el máximo permitido por su población, que no llega a los 100.000 habitantes. Pero la capital gallega tiene una serie de características –universidad, servicios administrativos, peregrinos…– que hacen que diariamente se muevan por la ciudad muchas más personas de las censadas. Por ello, las licencias que existen son insuficientes y la Xunta -es una competencia regional- está abierta a incrementar su número. El Consejo, por su parte, Descarta por ahora autorizar licencias VTC (vehículos de alquiler con conductor) para intentar paliar esta sobrecarga de demanda.
torrevieja news today contactó con Jesús García, presidente de Radio Taxi, uno de los tres colegios profesionales que operan en Santiago, para recabar su punto de vista sobre las causas de este colapso y sus posibles soluciones, pero no quiso atender a este diario. Sin embargo, varios taxistas consultados señalan cómo pecado original el pobre sistema de autobuses urbanoscon una flota envejecida, rutas y frecuencias insuficientes, y pendiente de la concesión de un nuevo contrato.
“Conozco a unos trabajadores del hospital que vienen en tren desde La Coruña, y todos los días tienen que coger un taxi para ir a trabajar”, explica un taxista como ejemplo del mal funcionamiento de los autobuses. “Deberíamos ser Un ‘plan B’ para ellos, no es la única solución“, añade. Con la situación de los autobuses y taxis, para muchos la única alternativa es el coche desde San Fernando.