Río de Janeiro, en alerta máxima por la final de la Libertadores entre Fluminense y Boca Juniors


Alarma en Río de Janeiro por la final de la Copa Libertadores. La tensión es máxima en la ciudad brasileña horas antes de la final entre Fluminense y Boca Juniors. Las autoridades han reforzado el dispositivo de seguridad en medio de un ambiente muy tenso y donde cualquier chispa puede provocar un incendio. Y se espera que a la ciudad brasileña lleguen 100.000 aficionados de la selección argentina. El objetivo principal es evitar peleas y enfrentamientos entre las bandas bravas de Fluminese y Boca.

Algo que no pudieron evitar este jueves. Radicales del club brasileño tendieron una emboscada a hinchas de Boca en la playa de Copacabana, muy cerca de la hinchada del equipo argentino. Varios medios argentinos reportan denuncias de hinchas de Boca que fueron agredidos y asaltados. El problema se agravó incluso con la carga policial, con balas de goma y gases lacrimógenos, de la policía brasileña contra los hinchas argentinos.

Varios medios argentinos han criticado la ausencia de la policía brasileña cuando ocurrieron los hechos y la posterior desproporción contra los hinchas de Boca Juniors.

“Un rato después, la policía militar se hizo presente pero la situación se volvió más dramática por un momento: las imágenes de los uniformados disparando balas de goma con fusiles y lanzando gases lacrimógenos a los boquenses que fueron víctimas de la agresión”, relata Gonzalo Suli, periodista de Olé.

El medio Infoabe advierte que lo peor aún podría estar por suceder y es la temida La Doce, el grupo brava más temido de Latinoamérica, el que tiene previsto viajar en las próximas horas a Río de Janeiro.

“Hay un operativo especial dispuesto por la Policía Militar de Río de Janeiro para rodear a los 400 integrantes del bar que estarán en Brasil y que viajan por dos rutas diferentes”, informa Infoabe.

El citado medio explica que Rafael Di Zeo y Mauro Martín, los dirigentes de La Doce, tienen previsto viajar a Río de Janeiro este sábado, día en el que se jugará la final de la Copa Libertadores.

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