El Guardia Civil ha sido remitido al Juzgado Central de Instrucción Número 6 del Audiencia nacional el informe final sobre Tsunami democrático donde la describe como “una plataforma que no surgió de forma espontánea, sino que fue resultado de una estrategia cuidadosamente planificada para protestar contra la sentencia del juicio del procs” y que “sirvió como elemento desestabilizador y de presión política mediante la movilización de la sociedad sobre una gran escala.
En el informe, al que ha tenido acceso EL MUNDO, la policía judicial destaca el papel clave del líder de ERC, Marta Rovira, quien desde el primer momento mostró su apoyo a Tsunami Democrático.
La estrategia y hoja de ruta del Tsunami Democrático consistía en “la ejecución de actuaciones de gran escala que movilizarían a miles de personas y comprometerían la estabilidad económica, social, empresarial e institucional de España”. Considerando el resultado de las acciones llevadas a cabo por Tsunami Democrático, se puede decir que hubo “una grave alteración del orden y la tranquilidad pública en la que hubo momentos en los que se puso en riesgo la integridad física de los usuarios de la vía pública, así como la libertad y el patrimonio de muchos ciudadanos de Cataluña”, subraya el Instituto Armado.
La Guardia Civil explica que poco después de que surgiera el Tsunami Democrático “recibió el apoyo directo de diversos y destacados personajes del espectro político catalán, y líderes de referencia del independentismo, como el expresidente de la Generalitat”. Carlos Puigdemont o el exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, quien le dio un papel “suficiente para actuar como plataforma vehículo y canal de comunicación oficial de las movilizaciones”. Sin embargo, el informe destaca que “la personalidad que más rápidamente” apoyó a Tsunamic fue Rovira.