Los magistrados de la Sección Tercera avalan así la decisión adoptada el pasado mes de octubre por García Castellón contra los presuntos integrantes de Un núcleo radical de los CDR. que estaban dispuestos a utilizar la violencia para lograr la independencia de Cataluña.
Varios de los imputados recurrieron ante la Sala Penal contra la conclusión del sumario, solicitando la realización de diligencias investigativas que los magistrados han considerado innecesarias en algunos casos, aunque han señalado que otros podrán acordarse en la audiencia oral.
Así, han declarado que “el sumario en el que nos encontramos está bien concluido para no perdernos ninguna diligencia de investigación”, recordando que las partes sólo tienen derecho a que se realicen aquellas “que se consideren necesarias, por pertinentes que sean”. y útil.”
Además, el Tribunal Penal rechazar solicitud de archivo formulado por tres de los imputados que alegaron falta de prueba de la comisión de un delito de pertenencia a organización terrorista.
Presunto núcleo duro de los CDR
La Fiscalía pidió sentarse en el banquillo Eduardo Garzón, Esther García, Sonia Pascual, Queralt Casoliva, Germinal Tomás, Alexis Codina, Jordi Ros y Rafael Delgado por delitos de pertenencia a organización terrorista; posesión, almacenamiento o fabricación de explosivos; y estragos, este último en grado intento.
Respecto de los demás imputados, el Ministerio Público indicó Ferrán Jolis, Xavier Buigas, David Budria y Clara Borrero únicamente por el delito de pertenencia a organización terrorista.
Según la investigación judicial, este grupo se formó entre los CDR el llamado Equipo de Respuesta Táctica (ERT)una célula formada por un núcleo radicalizado formado por individuos de diferentes CDR.
La creación de la ERT estaría motivada por la necesidad de contar dentro de los CDR con un grupo clandestino formado por personas de gran confianza que se mostraran totalmente dedicadas a “la causa” para encomendarles las acciones más sensibles.
Toma del Parlamento
Según García Castellón, los miembros del ERT habrían tenido participación activa en algunas de las acciones más contundentes que los CDR han llevado a cabo hasta la fecha, como cortar carreteras, levantar barreras de peaje o echar aceite en el tramo de la C-55 por donde debía pasar la comitiva que transportaba a los condenados por el ‘procés’ desde la cárcel de Lledoners.
También Tendrían planes ambiciosos. Así, habrían asumido el encargo que habrían recibido del llamado ‘CNI catalán’ de proporcionar la infraestructura logística necesaria para ocupar el Parlamento de Cataluña, defenderlo una vez tomado y permanecer allí al menos una semana.
Entrarían por la puerta principal, porque supuestamente el acceso sería desde el interior, y se comunicarían con el exterior a través de una red de telecomunicaciones indetectable que ellos mismos configurarían.
Junto con un pequeño grupo de personas, cooperaría con el ‘CNI catalán’ para alquilar casas y locales que les permitieran establecer bases de “intendencia”, montando antenas de larga distancia para dicha red de telecomunicaciones. Todo ello con un presupuesto de unos 6.000 euros.
De esta manera, los doce imputados, aprovechando los contactos fomentados por su militancia en los CDR, “se conformaron en una célula que elevó a un nivel superior la intensidad y naturaleza de las acciones llevadas a cabo”.