Policía, Guardia Civil y Mossos, «humillados» por el perdón al independentismo más violento


El Gobierno en funciones de Pedro Sánchez está muy ocupado aprobando una ley de amnistía para los CDR, Tsunami Democràtic y otros grupos independentistas violentos; es decir, los agresores, y nada en defender a los 45 agentes de las Fuerzas de Seguridad que estaban desplegados en Cataluña para defender el orden constitucional y que tienen que acudir a los tribunales a declarar, ni a los Mossos d’Esquadra que también sufrieron la brutal violencia. desplegado por los secesionistas.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) y la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) han decidido denunciar no sólo esta situación, sino también la propia amnistía acordada por el PSOE con el secesionismo y el día 10, viernes, han convocado una manifestación frente a los juzgados de Barcelona.

En la policía regional también hay un profundo malestar con la medida de gracia. Ya durante los disturbios por la sentencia del ‘procés’ la indignación cundió entre las filas de los Mossos d’Esquadra. Los agentes denunciaron entonces directrices políticas que les impedían actuar y apoyar, como hubieran querido, a los miembros de la Policía Nacional desplegados en las calles de Cataluña, donde se extendieron los disturbios; su intervención fue “demasiado dura”, según Quim Torra. . -.

Ahora bien, visto el “trasfondo político” y a la espera también de conocer el texto de la ley de amnistía, la posición oficial de los sindicatos mayoritarios es de cautela. A puerta cerrada, sí advierten de que sería “inconcebible” incluir entre los beneficiarios del olvido criminal a quienes agredieron a un agente.

“Muy peligrosa”

«¿Cómo va a salir alguien con la suya si le han abierto la cabeza a un policía? “Sentaría un precedente muy peligroso”, dijo a torrevieja news today uno de ellos, a la espera de conocer los casos de solicitud ya que, señala, “no es lo mismo amnistiar a un CDR que estuvo involucrado en un corte de carretera, que al de La Junquera, que “una persona condenada por atentar contra la autoridad”.

Mencionar el respeto a este principio es ya una utopía para algunos uniformados, que llevan años advirtiendo de su deterioro. “Es más caro saltarse un semáforo que agredir a un policía”, ironiza el mismo interlocutor. Durante aquellos días de disturbios en Cataluña, cuando los radicales convirtieron el centro de Barcelona en una gincana de barricadas, con quema de contenedores y lanzamiento de adoquines y artefactos incendiarios a la policía, también resultaron heridos decenas de policías. Otros también acusaron por sus acciones para restablecer el orden público. “Si es eficaz, generará muchas molestias”, afirma otro agente. “Esperaremos a ver qué pasa, pero cualquier ataque a un agente debe ser sancionado”, afirma Albert Palacio, portavoz de Uspac.

Entre los posibles amnistiados estarían los procesados ​​y condenados por las protestas organizadas por Tsunami Democràtic tras las sentencias del 1-O, en otoño de 2019, y que abarcaron desde el intento de asalto al aeropuerto de Barcelona hasta el corte de la frontera con Francia o el asedio a la Jefatura de Policía de Vía Laietana. En este caso, Iván, un agente antidisturbios de la Policía Nacional, resultó gravemente herido y se le concedió la incapacidad permanente debido a las secuelas neurológicas que sufrió tras recibir un fuerte impacto que le atravesó el casco.

Entre los condenados por violencia callejera, un manifestante que aceptó más de tres años de prisión por agredir a un policía con un extintor en El Prat. También tres individuos que les acosaron a pedradas en uno de los aniversarios del 1-O. Y así una larga lista. Curiosamente, el comando de los Mossos que investigaba a otros dos posibles beneficiarios de la amnistía, la ahora presidenta de Junts, Laura Borràs, y el exconseller del Interior Miquel Buch, fue destituido hace unos meses. Considera que fue víctima de una purga por llevar a los banquillos a políticos independentistas.

El SUP y la AUGC, organizadores de la citada manifestación del día 10, muestran su “apoyo a los policías y guardias civiles procesados ​​por el 1-O, que ahora declaran ante el juzgado como investigados por los disturbios ocurridos tras la sentencia del Tribunal”. Supremo en octubre de 2019. Además, ofrecen su “total rechazo a verse humillados por el acuerdo alcanzado entre el PSOE y los independentistas de ERC para la toma de posesión del Gobierno de Pedro Sánchez” y afirman sentirse “utilizados como moneda de cambio en las negociaciones para formar un gobierno.”

“Odio impresionante”

En términos similares se expresa Aarón Rivero, secretario general de la Jupol. Para su sindicato, el acuerdo es un reflejo “del odio acérrimo que se promulga por los sectores independentistas y por las instituciones catalanas hacia la Policía Nacional y la falta de respeto del Partido Socialista hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”. Además, asegura que con él se avanza significativamente en la expropiación de la Comisaría de Vía Laietana a la Policía para instalar un museo de la tortura, una de las viejas aspiraciones del secesionismo.

Por su parte, la asociación profesional Justicia de la Guardia Civil (Juxcil) considera que los términos de los acuerdos alcanzados para la amnistía en Cataluña incluyen la “desaparición de la Guardia Civil de esta comunidad autónoma, para que sus cuarteles sean al menos colonizados “. , si no devastada. “Una de las prioridades de los nacionalistas catalanes radicales.”

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