Policías y bomberos se forman en asistir suicidios, que este año suman 1.750 intentos


Las muertes por conductas autolíticas han ido en aumento desde 2017. Los últimos datos oficiales cifran 236 muertes de esta naturaleza en Castilla y León en 2021 y todo indica que desde entonces la tendencia no se ha invertido. Solo en 2022 hasta 3.600 Los incidentes gestionados por 112 respondieron a intentos de suicidio y en el primer semestre de este 2023 ya ascendían a 1.750. Unas alertas en las que las fuerzas de seguridad y los servicios de emergencia, que son los primeros en responder al aviso, se convierten en actores clave en su resolución. En este contexto, Protección Civil ha organizado cursos para capacitar a los bomberos y policías locales sobre cómo hacer frente a estas situaciones extremas.

En concreto, se han celebrado siete ediciones del curso en Ávila, Burgos, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria y Valladolid en las que han participado en formación de Protección Civil 72 bomberos profesionales y 63 policías locales, ambos grupos que forman parte de lo que la Organización Mundial de la Salud define como “guardianes”: cualquier persona que esté en condiciones de identificar si alguien puede estar contemplando el suicidio y cuya formación la OMS incluye como una acción a emprender por los gobiernos para reducir la mortalidad por suicidio tasa en un tercio para 2030. El objetivo es frenar una tendencia al alza de las muertes por esta causa, que son casi tres veces más altas entre los hombres que entre las mujeres y que registran cada vez más casos en adolescentes, según los últimos datos de la Instituto Nacional de Estadística (INE).

La formación aborda diferentes aspectos. Por un lado, la asistencia a las personas en riesgo para su correcta gestión proporcionándoles herramientas, técnicas y conocimientos para la comprensión de la conducta suicida, ayudándoles también a romper mitos, prejuicios y actitudes estigmatizantes que envuelven dicho comportamiento y los entrenan ante estos incidentes entre diferentes tipos de perfiles y ya sea para atenderlos en vivo o a través de llamadas telefónicas pidiendo ayuda.

“Deja siempre una marca”

Por otro lado, estos cursos, que han sido impartidos por la Facultad de Psicología de Castilla y León, también profundizan en ayudar a estos profesionales a prepararse psicológicamente para afrontar un suceso que “siempre deja huella” en quien acude a la llamada como primer interviniente, explican en un comunicado del Ministerio de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio.

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