Los bombardeos israelíes desde el 7 de octubre han causado la muerte de más de 9.700 personas. Desde entonces, la labor diplomática de los diferentes gobiernos tiene un objetivo claro: la salida de sus ciudadanos de la zona de conflicto. Por el momento, el paso fronterizo de Rafah es el único ruta de escape de Gaza que no controla a Israel, pero sigue cerrado por evacuaciones por segundo día consecutivo. La reacción es una respuesta a un ataque aéreo israelí el viernes contra un convoy de ambulancias que transportaban heridos a la frontera para recibir tratamiento en Egipto. Las autoridades del enclave palestino exigen garantías de seguridad para poder reanudar ambas operaciones simultáneamente.
Hamás ha hecho público que no autorizará la salida de extranjeros de la Franja hasta que se permita la evacuación de todos los heridos para ser tratados en hospitales de Egipto. Por su parte, las autoridades de El Cairo demuestran cauteloso a la hora de ceder a los ciudadanos de forma indiscriminada. Temen que entre los heridos pueda haber milicianos de Hamás e infiltrarse en su territorio.
7.000 ciudadanos extranjeros en Gaza
Se estima que existen alrededor 7.000 personas de 60 nacionalidades diferentes, aunque no está claro cuántos ya han podido abandonar la zona. La última lista de personas autorizadas a cruzar el paso se publicó a primera hora de la mañana del sábado e incluía cerca de 600 nombres de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania. Sin embargo, desde entonces no se ha registrado ningún cruce. En el caso de los españoles, sólo dos españoles han podido salir del enclave. Las autoridades españolas han asegurado que hay unos 140 nacionales esperando regresar.
Por su parte, las familias de los rehenes israelíes temen por la vida de sus seres queridos. Según Hamás, 60 personas han muerto en las últimas horas en un nuevo ataque israelí contra Gaza.
24 camiones con ayuda entran en Gaza
Un total de 24 camiones cargados con ayuda humanitaria entraron en Gaza, mientras otros 75 esperan ser inspeccionados por las autoridades israelíes para cruzar el cruce de Rafah. La llegada de ayuda ha generado una ola de críticas por parte de numerosas ONG, que denuncian que esta ayuda “es sólo una gota en el océano de las necesidades” de la población.
Según Naciones Unidas, antes de que comenzara el conflicto entraron unos 500 camiones con ayuda humanitaria, mientras que en estas dos últimas semanas sólo han entrado unos 300 camiones.