Los hechos ocurrieron alrededor de las 9:30 horas a la altura de utrera, en Sevilla, cerca del kilómetro 2,8 de la vía férrea. El tren atropelló a Manuel Roldán, que falleció. Fue el propio conductor quien denunció el incidente. La Guardia Civil informó a la familia del suceso y el autopsia.
Dos días después del hecho, cuando la familia velaba su cuerpo para enterrarlo, recibieron una llamada del Instituto de Medicina Legal. El instituto les informó que el funeral tuvo que ser suspendido por orden judicial. El motivo es que había aparecido un tramo en la estación de Santa Justa, también en Sevilla, y que había otras personas desaparecidas en los alrededores de la terminal. Desde el Instituto de Medicina Legal informaron que deben investigar de quién era la pierna.
Los restos fueron encontrados la tarde del 13 de octubre, un día después de los hechos, en el tren que lo atropelló. El tren cubrió el Media Distancia en la línea Sevilla-Málaga y tras el accidente regresó a la estación donde se encontró la extremidad. El accidente provocó retrasos en los trenes que circulaban por ese punto, ya que se trata de un tramo de vía única.
25 días sin entierro
Tres días después, el cuerpo de Álvaro Prieto apareció escondido entre dos vagones de un tren en reparación, a dos kilómetros de la estación de Santa Justa. Desde entonces han pasado tres semanas y la familia de Manuel Roldán continúa sin poder enterrarlo. Están a la espera de que los tribunales reciban el análisis de los restos. El Juzgado 2 de Utrera informa del aspecto del cuerpo sobre las vías, mientras que el Juzgado 11 de Sevilla informa del aspecto de la pierna.