Joaquín asegura que no fue. La madrugada del 12 de enero dormía profundamente gracias a los dos miligramos de lorazepam que toma por la noche para conciliar el sueño, además de otros medicamentos para la depresión. El forense aclaró que las benzodiacepinas sí relajan, pero que los medicamentos antidepresivos no provocan sueño “especialmente”.
Pero el denunciante, A sus 89 años reconoció ayer al acusado como el hombre “con los ojos en blanco” que la atacó en el pasillo de la parte alta de la casa, de no difícil acceso, la tiró al suelo y trató de tocarle los senos, aunque afirmó que no lo logró porque sus gritos lo ahuyentaron. “Ese es el indicado”, dijo por videoconferencia. luego de que el imputado se colocara frente a la cámara.
Prada, encarcelado desde hace casi dos años por acosar a vecinos sin respetar las órdenes de alejamiento, delitos que en su mayoría admitió, en esta ocasión negó responsabilidad. Se enfrenta a un pedido de tres años de prisión, con expulsión, libertad supervisada y multa por lesiones leves.. La víctima pide también 12.000 euros por el daño moral causado.
La ofendida manifestó que cuando ocurrieron los hechos no conocía a Joaquín, pero había oído hablar de él, y meses antes él ya la había seguido por la calle. Dijo su nombre a la Guardia Civil y al juez, pero, según recordó el abogado del acusado, no hubo reconocimiento fotográfico ni personal. La abogada destacó que en el pasillo donde ocurrió la agresión no había luz -el agresor estaba con una linterna- y cuestionó si podía verle el rostro.
A los agentes no les resultó difícil localizarlo debido a otros episodios similares: “Lo conocíamos porque tenía otras cosas parecidas, con una mujer discapacitada., y también roces con otros que no fueron denunciados (…). “Le gustan las mujeres un poco diferentes”, afirmó el único agente que declaró como testigo.
El abogado de Joaquín asegura que el hombre que ingresó a la casa de la víctima podría haber sido cualquier persona, ya que su domicilio está cerca de la zona de fiesta y los sábados por la noche pasa mucha gente por la zona. Incluso Trató de descartarlo como una broma de algún noctámbulo que buscaba problemas.. El perjudicado aclaró que ese no fue el caso: “Eso no fue una broma, no”.
La fiscal, pese a las dificultades de la verinense para seguir el interrogatorio porque en estos momentos no escuchaba lo que se le pedía desde Ourense, destacó “la perseverancia” en su incriminación, sin una enemistad previa que la desvirtúe.
El abogado de la acusación particular hizo valer la edad de su cliente y el agravante de género para solicitar la condena por agresión sexual. Y recordó que ya fue condenado por acosarla con cuchillo y cinta adhesiva.
El representante legal de Joaquín destacó que no se le puede condenar por su fama, destacando “el cambio de versiones” sobre si lo jugó o no. En su investigación, afirmó que le había tocado el pecho y había intentado meter la mano por debajo de los pantalones del pijama.