André Wüstner, coronel del ejército alemán y presidente de la Asociación de las Fuerzas Armadas Alemanas, asegura que “Nuestra forma de vida está bajo ataqueaunque mucha gente no se da cuenta o no quiere darse cuenta todavía”, por lo que “hay que defenderse”.
Wüstner se refiere a la invasión rusa de Ucrania y a la guerra en Gaza. También ha habido Ataques en el Mar Báltico a infraestructuras energéticas y de telecomunicaciones de importancia geoestratégica para Alemania. “Los políticos tendrían que prestar mucha más atención a los ataques a infraestructuras, a los suministros de agua y energía y a los ataques terroristas”, afirma el coronel. Sin olvidarnos de exigir un mayor gasto en armamento.
El servicio militar obligatorio fue abolido en Alemania en 2011, cuando ya duraba sólo seis meses. En 2016, Merkel pensó en recuperarlo “en caso de amenaza terrorista“, pero la idea quedó en suspenso, al menos hasta Rusia invadió Ucrania en febrero del año pasado.
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, está a favor de que los jóvenes alemanes hagan el servicio militar “en el ejército o en el cuidado de ancianos, discapacitados o en centros de acogida para personas sin hogar”.
Un ejército para atacar a la OTAN
Las agencias de inteligencia citadas por Mölling estiman que dentro de seis o diez años Rusia tendrá listo el ejército que necesita para atacar a la OTAN. Desde este punto de vista, los esfuerzos de los miembros de la Alianza para prepararse ante este escenario están siendo “demasiado lentos”.
En el caso de Alemania, los comandantes del Ejército reconocen que la primera de las tres nuevas divisiones no estará plenamente operativa hasta 2025, la siguiente en 2027. El principal problema al que se enfrenta es la falta de personal.
¿Están de acuerdo los alemanes con el servicio militar obligatorio?
La mayoría de los alemanes El 61% está a favor. del regreso del servicio militar obligatorio, según una encuesta del instituto de investigación Ipsos realizada el pasado mes de marzo. El 43% cree que el ejército debería ser para hombres y mujeres, mientras que el 18% preferiría que solo lo hicieran los hombres. Y tres de cada diez alemanes, el 29%, están totalmente en contra.