El cáliz tiroteado por el Estado Islámico llega a Lalín, Pontevedra



Es una joya de la historia y un recuerdo imborrable de lo que sucede en Medio Oriente. Las iglesias cristianas de la zona se convirtieron en objeto de destrucción de Daeshprofanaron templos, robaron reliquias y practicaron tiro con él, con el cáliz de Qaragosh. Recibe este nombre porque es el nombre de la ciudad de Irak donde se ubicaba hace casi una década.

La pieza, que servía en la liturgia para consagrar el pan y el vino en la misa, fue recuperada por un sacerdote iraquí que, tras consagrarla nuevamente, la ha convertido en una auténtica símbolo de persecución de los cristianos.

Ahora, y tras una larga peregrinación por distintas ciudades europeas, la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada lo ha traído a España.

Desde que se recuperó “no ha parado viajar el mundo“, explican desde la fundación. Ya ha pasado por numerosos templos de nuestro país y ha estado en ciudades como Sevilla, Córdoba, Navarra, Granada, Huesca o Zaragoza. Ahora le toca el turno a Lalínen Pontevedraque lo recibe esta tarde con una charla abierta al público que impartirá Carlos Tortosa, en representación de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Un símbolo de la persecución de los cristianos.

El objetivo de su peregrinación es contar la historia del cristianos perseguidos, tanto en Oriente Medio como en otros lugares del mundo, y el párroco de la localidad pontevedresa ya lo espera con ilusión. “Este símbolo busca mirar hacia atrás, pero también promover la unidad y solidaridad entre las personas”, explica.

Este valioso cáliz estará poco tiempo en Lalín, ya que en unas horas pondrá rumbo a su próximo destino: Ourense. Allí se celebrarán un total de tres misas entre el 8 y 9 de noviembre, podrás admirar el vaso de cerca y ver cómo fue fusilado.

Estas Eucaristías con veneración del cáliz profanado buscan una unión para orar por el perseguidos y necesitadospartiendo de la memoria de Aqaqosh, la ciudad de mayoría cristiana más grande de Irak, de donde más de 120.000 cristianos tuvieron que huir porque se habían convertido en el principal objetivo de terroristas.

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