El padre y la madre del pequeño. Se separaron hace dos años y medio. Él no lo aceptó e incluso intentó suicidio. Su madre, después de dejar a su hijo con su padre durante el fin de semana por su custodia, descubrió que no fue a la escuela el lunes. No quedó rastro de la niña a pesar de que ese mismo domingo la felicitó por su cumpleaños. El padre acudió inmediatamente a las autoridades para denunciar la desaparición.
Después de presentar la denuncia, un extensa operación de búsqueda para localizar al padre y al hijo integrado por efectivos de la Guardia Civil, Bomberos, Policía Provincial y Guardia Ambiental. Finalmente, el martes un helicóptero avistó los cuerpos de ambos bajo el acantilado.
Investigación en curso
Antes de localizar los cuerpos, las autoridades encontraron el auto del padre al borde de uno de los barrancos de las montañas. En el interior del vehículo se encontraban las llaves del coche, un teléfono móvil y los abrigos de ambos. Los efectivos tuvieron que levantar los cadáveres a 200 metros de distancia y transportarlos en helicóptero hasta el Instituto Anatómico Forense de Pamplona.
Los vecinos están consternados: “Todos lloraban”. El padre, según un vecino, “estaba deprimido”. El entorno dice que no pudo superar la separación. Otra vecina, destrozada y llorando, dijo que “Él no la ha matado pero la ha matado en vida”. Vecinos de las localidades donde vivían padre e hijo se han reunido para proteger a la familia.
Se está investigando como violencia indirecta. El vicepresidente del Gobierno Provincial, Félix Taberna, afirmó que no se puede atribuir “todavía” a violencia “sexista o indirecta”, ya que la investigación se lleva a cabo bajo secreto de sumario. “Cuando tengamos datos suficientes, el Ayuntamiento de Estella activará el protocolo contra la violencia machista”, ha añadido.