La selección de Celanovesa se fraguó hace unos meses y contó, además de la necesaria colaboración de los responsables municipales, la implicación -tras la firma de una cláusula de confidencialidad- de un grupo de unos 50 vecinos para el rodaje de un vídeo promocional, cuyo lema era “ Sabor” y que pasó casi desapercibido para la mayoría de la población local. “Ultimamente ven mucha gente a impuestos, que unha xa se pierde“, comentaron Ana y Elena sobre el atractivo de la villa como plató de grabación.
En la calle, pero sobre todo en las redes sociales y en los grupos de WhatsApp, los Celanoveses no hablan (ni comparten) nada más. “Siempre votamos, este año con más razón aún”, comentó Geni Ferro, quien conoció por la prensa la inclusión de Celanova en un certamen en el que competirá con Benasque (Huesca), Burgo de Osma (Soria), Iznájar (Córdoba) , La Alberca (Salamanca) y Ribadesella (Asturias). “Me alegro por todo y que gran momento para Celanova. Para nosotros es un orgullo”, comentaron Esther y Marité, para quienes el uso de las nuevas tecnologías no ha sido un impedimento para que Celanova resulte ganadora. “Estoy listo para votar”, animaron.
Primera fase
A punto de llegar al ecuador de esta primera ronda de votaciones, que durará hasta 16 de noviembre y de los que sólo cuatro de los seis municipios pasarán a la siguiente fase, Celanova llama a los orensanos y gallegos a sumarse a la causa. “Somos el único pueblo de Galicia. No hay discusión”, comentó Julio Vázquez, encantado con esta oportunidad de lucir su villa. “Tengo una familia en Murcia y, a toda la gente que está implicada en vuestro negocio, pedirles que voten por Celanova”, ha dicho.
Desde el Concejo, el alcalde confirmó que pondrán en marcha varias acciones para movilizar el voto y ser uno de los dos pueblos que alcanzarán la gran final el 11 de diciembre. Con todo, Puga comentó que “también trabajaremos para tener una gran decoración Ndal. Y si ganamos será un mejor complemento”, afirmó. En los últimos años, Celanova y sus vecinos se han dedicado a ofrecer decoraciones de cuento en sus diferentes calles y parroquias.