Tensa sesión de control al Gobierno catalán en el Parlamento regional, este miércoles. Con la futura ley de amnistía, acordada entre PSOE y ERC y a la espera de que los socialistas pacten con Carles Puigdemont en las negociaciones que aún continúan en Bruselas (Bélgica), las intervenciones de los líderes políticos en las preguntas a Pere Aragonès, presidente de de la Generalitat, se han convertido también en una serie de ataques contra el PSC y una peineta contra Ignacio Garriga (Vox) por parte del líder de los comunes.
El presidente autonómico ha definido la futura norma de amnistía, que afectará a todos los independentistas procesados por el ‘procés’ y el 9-N, así como a los casos que no estén directamente relacionados con el ‘procés’, como algo “positivo, para “Dejar atrás la represión y poder afrontar los debates políticos sobre el presente y el futuro del país sin amenazas y decidir con total libertad. Aragonès ha hecho una defensa acérrima de la norma: «No cae del cielo”. “Acuerdos en el ámbito antirepresivo desde hace años: indultos, eliminación del delito de sedición y modificación del delito de malversación y ahora ha llegado la amnistía”.
Pero Aragonès, que ha mostrado su apoyo “a los vecinos” de Madrid “afectados por los altercados protagonizados por la ultraderecha”, ha apuntado que estos acuerdos han provocado “una reacción en determinados ámbitos judiciales y en la calle”, pero ha apuntado que “combatirán” esta reacción y seguirán avanzando hacia “una solución democrática” y que “Cataluña decida libremente su futuro”, en referencia a la propuesta de referéndum de independencia que presentará al Gobierno de España en unas pocas semanas.
En relación a las dudas de la CUP, expresadas por Laia Estrada, sobre si ERC, con el pacto con el PSOE, ha renunciado a la independencia, Aragonès ha dicho que “en una negociación nunca se gana 10 a 0, y teniendo esto en cuenta, “nosotros están razonablemente satisfechos, sí (con el resultado de la negociación con el PSOE)”. Y ha precisado que su satisfacción se basa, sobre todo, en que “el acuerdo con el PSOE reconoce que hay un conflicto con Cataluña en relación con la soberanía, no por la convivencia” y “se reconoce que (en el ‘procés’) hubo un choque de dos legitimidades, la legitimidad democrática de este parlamento y la legitimidad en el ámbito constitucional que tiene el ordenamiento jurídico español y Esto tiene que resolverse y estamos trabajando para resolverlo.
Garriga: «Partido Separatista de Cataluña»
Sin embargo, más allá de las palabras de Aragonès, la sesión de control del Gobierno también ha servido para que Alejandro Fernández (PP), Carlos Carrizosa (CS) y Garriga acusen a Salvador Illa (PSC) por el pacto de los socialistas con los independentistas que deja sin efecto jurídico la grave acontecimientos vividos en 2017. Fernández, que ha lamentado que el “proceso catalán” se haya transformado ahora en el “proceso español”, ha tachado de mentiroso a Illa: “Nadie mintió tanto como usted en la campaña electoral, es un carbón copia de Pedro Sánchez, pero ha avisado de que los independentistas no se saldrán con la suya: “Te lo aseguro”, aunque se quejan de tener a un presidente del Gobierno “de rodillas”.
Por su parte, Carrizosa ha apuntado que “con esta amnistía sólo gana la casta de los intocables, la minúscula élite separatista, los CDR y los que roban en nombre del ‘procés'”, pero su formación estará alerta y no dejar huérfanos a sus miembros. votantes, como ha hecho el PSC: “Lo que os aseguro es que no perderéis la dignidad, la memoria y la voz”.
Pero el momento más tenso, que ha pasado desapercibido para la presidenta del Parlament de Cataluña, Anna Erra (Junts), y gran parte de los diputados, ha sido tras la intervención del líder de Vox. Tras cargar contra Illa y el PSC, partido al que ha rebautizado como “Partido Separatista de Cataluña”, un partido que “no es una alternativa”, porque a su juicio “sólo pretende mantener la alternancia” y “engañar a la “Los catalanes” al traicionar “a millones de catalanes” al aceptar la amnistía, se ha referido a los comunes.
“Y, sí, señores comunistas hiperventilados, vamos a defender en legítima defensa el legado de nuestros abuelos y el futuro de nuestros hijos”, dijo Garriga mientras Jéssica Albiach (común), desde su escaño, peinaba al líder de Vox y Su compañero de banquillo David Cid hizo gestos de desaprobación ante las palabras del también secretario general de Vox.