cada vez a edades más tempranas y casos más graves



En los últimos ocho años, el Unidad de Trastornos de la Alimentación (UTCA) del Hospital Universitario Sant Joan d’Alacant ha experimentado un aumento constante en el número de pacientes atendidos en toda la provincia de Alicante. Este aumento ha sido aún más pronunciado tras la pandemia, tanto en cantidad como en gravedad, llegando los pacientes con una marcada disminución de su índice de masa corporal, tal y como destaca el jefe del servicio de psiquiatría del hospital de Alicante. Vicente Elvira.

La Dra. Elvira destaca la señales de advertencia que incluyen cambios de comportamiento, restricción dietética, alteraciones en la calidad de la dieta, cambios de vestimenta, irritabilidad, insomnio, aislamiento durante las comidas y preocupación excesiva por el peso.

Asimismo, también alerta sobre la creciente tolerancia social hacia delgadezlo que muchas veces resulta en prácticas aparentemente saludables, pero que en realidad implican una restricción calórica poco saludable o la eliminación de grupos de alimentos.

A diferencia de hace unos años, cuando los pacientes eran atendidos a partir de los 13 años, ahora se ha producido un aumento en el ingreso de niños de tan solo 10 años. Además, se han registrado recaídas en pacientes que ingresaron hasta los 50 años.

Cristina Romero, psicóloga clínica de UTCA, resalta la importancia de estar atentos a alimentacion de los ninos y señales de alerta, así como aumentos injustificados de la actividad física. Ambos expertos subrayan la necesidad de consultar con el pediatra o médico de familia ante cualquier señal de alerta, sin esperar a que se desarrolle un trastorno alimentario grave.

La gravedad de los casos aumenta

Los criterios claros para el ingreso al hospital incluyen una pérdida de peso abrupta e inexplicable, causada por dietas restrictivas o conductas purgativas, entre otras, que el paciente no pueda recuperar por sí solo su estado de salud. Aunque la mayoría de los ingresos son por anorexia nerviosa, ocasionalmente se producen casos de bulimia nerviosa.

La estancia media en UTCA ha pasado de aproximadamente un mes y medio a tres o cuatro meses debido a la gravedad de los casos, con índices de masa corporal mucho más bajos. Durante su estancia, los pacientes son monitoreados de cerca por personal de enfermería, enfocándose en la rehabilitación nutricional, la recuperación de peso y la motivación para cambiar una vez que son conscientes de su enfermedad.

El tratamiento en la unidad se realiza en varias fases con el objetivo de que el paciente, en su mayoría mujeres, tome conciencia de su enfermedad, encuentre motivación para el cambioy recibir nutrición y reeducación alimentaria.

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