He dejado a mi madre ‘abandonada’ en el hospital


María él no puede cuidar de su madre y tuvo que dejarla en el hospital. Está indignada porque a su madre le han concedido el ayuda con la dependencia, pero lleva dos años esperando una plaza en una residencia. Su caso no es el único, ni mucho menos. Sólo el año pasado, más de 45.000 personas murieron sin recibir tratamiento en virtud de la ley de dependencia.

“No se merece que sus últimos días sean así”

María ha tenido que dejar a su madre de 90 años ‘abandonado’ en el hospital porque no puede hacerse cargo de ella: “Ella no merece que sus últimos días sean así”. Eladia tiene deterioro cognitivo avanzado y grado máximo de dependenciapero no le dan plaza en una residencia: lleva dos años en lista de espera en Tenerife.

Sus hijos se turnan día y noche con su hermano, pero trabajan, tienen hijos y ya no pueden cuidar de ella. “Es muy duro, muy duro. Te sientes abandonada”, dice María emocionada. No entiende por qué no le dan ayuda si ya se la conceden: “Si ya tiene la dependencia, si ya la resolvió ¿por qué? Y no recibes ninguna respuesta”.

Ya no sabe a quién acudir. Nos dice que no tienen dinero para pagar por dos cuidadores o una residencia privada. Su madre necesita cuidados las 24 horas, apenas puede moverse ni hablar. Su desesperación la ha llevado a dejarla en el hospital: “Es muy duro, muy duro”, dice llorando.

En mayo de este año ingresó debido al avance de la enfermedad y nunca salió de allí. Ella está en una zona con más gente que ha recibido la baja administrativa, pero que no tiene quién se haga cargo. “El esta en un cubículo, ni siquiera es una habitación. Es triste verlo y hay mucha gente así”.

“La enfermedad avanza mucho más rápido que el papeleo”

“Es muy difícil ver que tu madre ya no es tu madre”.

Desde hace meses María comparte videos en sus redes sociales pidiendo ayuda. “Es desesperante, ansiedad se come a mi familia. Es muy difícil ver que tu madre ya no es tu madre. Eso te destruye emocionalmente. “No sabemos adónde ir ni a qué puerta tocar”, afirmó. “La enfermedad avanza mucho más rápido que los trámites en la Administración Pública. No se dan cuenta del sufrimiento que causan a las familias”.

Desde el Ayuntamiento de Tenerife Reconocen que hay “carencias”, pero añaden que van a dotar de más recursos y crear más plazas de atención sociosanitaria. “Lamentablemente no ha habido suficiente mejoría, para ofrecerle un lugar y darle una salida”, dice Francisco Candil, viceministro de Bienestar Social. Dice que están trabajando en ejecutar un segundo plan sociosanitario “que cree esas 10.000 plazas en Canarias” y también en implementar “protocolos de emergencia que permitan a estas personas que ingresan y que tienen que salir seguir recibiendo atención sociosanitaria”. para hacerlo.” .

Algunos necesitan una prestación económica, otros una plaza en un centro sociosanitario y otros un servicio de ayuda doméstica. es el caso de jorge, En Málaga. Es ciego, Su esposa también sufre cierto grado de discapacidad y tienen dos hijas pequeñas. Necesita ayuda “para la limpieza y ayuda con las tareas del hogar”.

“Pasa el tiempo y nada… El día que llegue lo celebraremos después de tanto tiempo”, dice resignado. El problema es ese Cada día mueren 123 personas dependientes esperando ayuda que no llega y que necesitan.

Más de 45.000 personas murieron sin recibir ayuda a la dependencia

Es una realidad que ocurre en todas las comunidades. Van muy lento. Según el informe de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, más de 45.360 personas murieron el año pasado en listas de espera Ya se había concedido casi la mitad.

Los últimos datos de septiembre muestran que 190.695 personas se encuentran en el limbo, pendientes de evaluación o de recibir el beneficio. Es decir, cada 12 minutos muere uno sin ser atendido por el Ley de Dependencia. El tiempo medio de espera para recibirlo en nuestro país es de 324 días, unos 10 meses. La aportación de las CCAA al gasto de la dependencia se redujo en 98 millones de euros el año pasado mientras las listas aumentaban, en más de 17.966 personas.

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