El expresidente de la Generalitat huyó a Bélgica Carlos Puigdemont Se ha felicitado hoy por el acuerdo alcanzado entre su partido y el PSOE para garantizar la investidura de Pedro Sánchez, señalando que en el “proceso de negociación que ahora se abre” no hay otro límite “que el voluntad del pueblo catalán».
Puigdemont ha reconocido que lo firmado hoy con el PSOE no se puede celebrar más “que el lanzamiento de un proceso de negociación», un proceso que, ha afirmado para desmarcarse de la estrategia de ERC, sí se produce «en los términos reclamados» por Junts. Entre ellos, y de forma relevante, la presencia de un verificador internacional.
A partir de un «desconfianza histórica», y a raíz de la amnistía, el expresidente catalán ha señalado que «se abre una etapa sin precedentes que será explorar y explotar». “El resultado de esta negociación dependerá de nosotros, de la capacidad de utilizar las herramientas”. En este marco, ha presumido de haber arrebatado al PSOE la figura de la mediación internacional, de la que los nombres ya han sido acordadosen reuniones que, ha indicado, se celebrarán fuera de España.
A modo de advertencia, añadió que “la estabilidad del Gobierno, incluida la Presupuestos Será fruto de una “negociación permanente”, advirtiendo al PSOE de que “la estabilidad hay que ganarla acuerdo a acuerdo”, y ha citado a continuación elementos que se pondrán sobre la mesa: la gestión del aeropuerto, “no un traspaso a medias”. Trenes de cercanías, pacto fiscal, equipos deportivos…
Las palabras de Puigdemont deben leerse principalmente en clave interna, el último episodio de la lucha por liderar el «historia de independencia contra el partido rival, que no es otro que ERC. A falta de poco más de un año para las elecciones autonómicas, la pugna entre Junts y ERC es descarnada.
En este sentido, el acuerdo con el partido de Puigdemont se produce una semana después de que los socialistas cerraran el pacto con ERC, a partir de un documento de 14 páginas, más detallado y que sí contiene, a diferencia del cuatro hojas conocidas hoy, concesiones tangibles. Entre las más relevantes, una reducción de la deuda catalana con el Estado a través del FLA de 15.000 millones o la cesión integral de Cercanías. También una ley de amnistía que, se entiende, el pacto con Junts amplía ahora su “perímetro”. Junts, tras conocer el fichaje la semana pasada, se apresuró a descalificar lo acordado, a su juicio, migajas autonómicas.
El acuerdo conocido hoy entre PSOE y Junts también garantiza la “estabilidad de la legislatura”, aunque como ha dicho Puigedemont, hay que ganarlo acuerdo a acuerdo. El documento busca describir las diferencias entre ambas partes para, a partir de ahí, abrir un espacio de negociación en el que haya una mecanismo de verificación internacional. Y en el que se abordarán como “contenidos a negociar” “las limitaciones del autogobierno y las relativas al reconocimiento nacional de Cataluña”.
En las últimas semanas, Puigdemont ha alardeado de su capacidad para lograr un “acuerdo histórico”, que fue leído en los medios independentistas como concesiones concretas, especialmente en lo que respecta al referéndum. En este sentido, el acuerdo no plantea ninguna concesión tangible más allá de lo que se pueda acordar en el futuro. Allí, “en cuanto al alcance del reconocimiento nacional”, Junts propondrá en la mesa de verificación que se cree “la celebración de un referéndum de autodeterminación sobre el futuro político de Cataluña amparado en el artículo 92 de la Constitución”.
Por su parte, y en el mismo foro, “el PSOE defenderá un desarrollo amplio, a través de la mecanismos legales apropiadosdel Estatuto de 2006, así como el pleno despliegue y respeto de las instituciones de autogobierno y de la singularidad institucional, cultural y lingüística de Cataluña.
Merecen capítulo aparte lo que el documento define como “déficits y limitaciones del autogobierno”, donde a diferencia de lo establecido en el acuerdo con ERC (15.000 millones en alivio de la deuda regional) todo depende de lo que se acuerde. que bien puede definirse como una “mesa de diálogo bis”. En este sentido, “Junts propondrá inicialmente una modificación de la LOFCA que establezca un Cláusula de excepción de Cataluña que reconozca la singularidad en la que se organiza el sistema institucional de la Generalitat y que facilite la transferencia del 100% de todos los impuestos pagados en Cataluña”. Frente a ello, el PSOE “optará por medidas que permitan la autonomía financiera y el acceso al mercado, así como un diálogo único sobre el impacto del actual modelo de financiación en Cataluña”.
Paralelamente, señala el documento, “los elementos esenciales de un plan para facilitar y promover la volver a cataluña de las sedes de empresas que cambiaron su ubicación a otros territorios en los últimos años.