Me han robado a mi nieta y ahora me dicen que pida una indemnización como si fuera un mueble



Este La historia comienza hace más de ocho años. cuando la hija de Mercedes Escalona, ​​más conocida como la Abuela Coraje de Chiclana, queda embarazada. Para entonces, La joven consumía drogas y Mercedes temía por su salud y por el bebé que estaba por llegar. Desesperada, pidió ayuda a la Junta de Andalucía para obligar a su hija a cuidarla; Lo que vino después fue una pesadilla. “Tres días después de dar a luz a mi hija, los servicios sociales se pusieron en pie y se llevaron a mi nieta sin más explicaciones”.

Ese día Mercedes inició un duro peregrinaje por juzgados, puntos de encuentro y albergues. En el primer momento, La niña estaba en Cádiz y podía verla habitualmentepero cuando tenía 10 meses la trasladaron a Granada y la entregaron a una familia preadoptiva que, al igual que la biológica, ha luchado con uñas y dientes para mantenerla con ellos, aunque con una diferencia: la administración siempre ha sido de su lado. .

Lejos de darse por vencido, Mercedes recorría cada viernes las cuatro horas de ida y cuatro de vuelta que separan Chiclana de Granada para pasar un rato con la pequeña. “Estar con mi chica me da vida. Ella me toca la cara, me abraza y siento que todo vale la pena”, nos dijo con ternura en uno de nuestros innumerables encuentros.

Una pelea en la corte

Paralelamente, se desarrollaba una feroz lucha en los tribunales. mercedes pasó una y mil pruebas y se la consideró apta para criar a su nieta. En 2018, cuando la menor tenía tres años, un fallo del Tribunal Supremo ordenó que la niña regresara con su abuela, pero eso nunca sucedió. Los continuos recursos y las resoluciones tardías (esta última ha tardado dos años en dictarse) han retrasado el procedimiento hasta tal punto que “actualmente la menor se encuentra plenamente integrada y adaptada a su contexto social y escolar, así como a su entorno preadoptivo”. familia.” “, a quienes considera su padre y su madre, ya que vive con ellos desde los 10 meses, lo que le proporciona una situación de estabilidad emocional, social y familiar”, se lee en negro sobre blanco en último orden.

“Puedo entenderlo, lo que no entiendo es cómo se ha llegado a este punto ni por qué, si incluso el Tribunal Supremo me ha dado la razón”, explica tristemente Mercedes.

Y la verdad es que Estaban a punto de tocar el cielo con sus manos.ya que cuando la niña tenía cinco años empezó un Plan de Acoplamiento con el que se pretendía minimizar el daño problemas psicológicos que podría ocasionar la integración de la menor a su familia de origen, que era lo que había ordenado el tribunal. Pero fue suspendida por consejo de técnicos de la Junta de Andalucía que hablaban en los informes de “ansiedad por separación, somatizaciones y conductas disociativas”. La versión de Mercedes al respecto es diametralmente opuesta y muestra orgullosa las fotografías de aquellos días que ahora recuerda con nostalgia.

Sucede también que hace dos años y en virtud de uno de los innumerables exámenes psicológicos a los que ha sido sometida la menor a petición de la Administración, se prohibieron sus encuentros con Mercedes, citas que tampoco pueden retomarse. La madre de la pequeña dio un giro a su vida e incluso tuvo otra hija, que lleva el nombre de su luchadora abuela y que probablemente nunca podrá conocer a su hermana mayor. Mercedes se lamenta: “Nos han borrado de su vida”.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *