La situación excepcional que vive España queda patente en la asiduidad con la que Santiago Abascal, habitualmente reacio a utilizar micrófonos, ha comparecido ante la prensa esta semana. Este jueves es la tercera vez que responde a las preguntas de los periodistas en la sede de Vox, en la calle Bambú de Madrid, y lo ha hecho en el tono más duro hasta la fecha. Tras el acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez entre el PSOE y Junts, y minutos después del tiro en la cara que recibió Alejo Vidal-Quadras, expresidente de su partido, el líder de la derecha ha llamado al presidente del Gobierno un “dictador” en funciones y ha apelado a “una larga resistencia civil” contra el “golpe de Estado” que, según él, está perpetrando el Ejecutivo al aceptar tramitar una ley de amnistía que, antes de las elecciones generales, dijo era inconstitucional.
Antes, obligado, dedicó unas palabras al intento de asesinato de Vidal-Quadras: «Conmoción por el intento de asesinato de nuestro amigo y expresidente de Vox, Alejo Vidal-Quadras. Un hombre caracterizado por su defensa de la nación desde Cataluña. Gracias a Dios parece que está fuera de peligro. Queremos expresar nuestro amor y apoyo a su familia. “Queremos que la policía atrape a estos asesinos lo antes posible y que nadie les conceda jamás una amnistía”.
Abascal ha pedido prudencia a la espera de que avancen las investigaciones policiales, pero ha aprovechado para criticar que el Gobierno mantenga como socio, en referencia a EH Bildu, un partido que “nunca ha condenado este tipo de actos”. Además, ha criticado que el PSOE acepte una amnistía que incluye el “terrorismo callejero” llevado a cabo por Tsunami Democràtic y los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR). En cualquier caso, el presidente de Vox quiso comparecer en una situación que considera excepcional y de gravísima gravedad.
“O el dictador en el banquillo, o los que nos oponemos a este golpe en la cárcel”, afirmó Abascal, quien vaticinó “un período negro en España” ante el que será necesaria “una resistencia civil que será larga”. El líder conservador ha reiterado su apoyo a todas las manifestaciones contra la amnistía, pero siempre que sean “pacíficas”. «El autócrata de la anterior legislatura ya no se conforma y quiere ser dictador (…). “Va a pasar de ser un Gobierno ilegítimo a constituir directamente un Gobierno ilegal”.
Según él, el hecho de que el PSOE vaya a tramitar una amnistía que consideraba inconstitucional como pago a la investidura, convierte al futuro Gobierno en “ilegal”. Abascal, de hecho, ya ha anunciado demandas por cohecho, contra Sánchez, y por prevaricación, contra los miembros de las Mesas del Congreso y del Senado, si finalmente se tramita la ley de amnistía. En el acuerdo hecho público este jueves, festivo en Madrid, los socialistas no sólo aceptan la amnistía, sino también un mediador internacional para supervisar las futuras negociaciones con el independentismo, así como investigar en el Parlamento el supuesto ‘lawfare’ por el que, según a los separatistas, los jueces los han perseguido por motivaciones políticas.
“Si realmente creemos que el Gobierno está pisoteando la Constitución y aboliendo el Estado de derecho, tendremos que asumir las consecuencias que estamos sufriendo por parte de un tirano”, advirtió Abascal. Este jueves, Vox llamó al PP en todos los territorios donde gobierna juntos a impulsar manifestaciones institucionales contra la amnistía. Según Abascal, había buena predisposición para ello entre sus socios. «No es momento de partidos, es momento de dejar de lado las diferencias partidistas para defender la convivencia y la nación. “Es hora de un pueblo unido y de instituciones leales a su pueblo”, afirmó.