En la vida hay cuestiones muy diferentes: hay elementos que se pueden llamar negativos, malos, como la mentira, la injusticia, el daño y mucho más, sin embargo, hay elementos que se pueden llamar positivos, buenos, como verdad, amor, justicia, hacer el bienhermandad entre humanos, ayuda, empatía y mucho más.
Los elementos buenos y positivos de nuestra vida contribuyen absolutamente a que nuestra vida sea saludable, feliz y espiritualmente fuerte. Son elementos imprescindibles, absolutamente necesarios. Nosotros mismos debemos ponernos a su servicio y colaborar con ellos amando, haciendo el bien, brindando nuestra ayuda y más.
Respecto a estos elementos vitales buenos y positivos, lo natural y justo es sentirse agradecido. Naturalmente, debemos sentirnos agradecidos con quienes sirven al bien, a la verdad, al amor, a la fraternidad humana, a todos los que hacen el bien, ayudan y contribuyen a la producción de nuestra satisfacción, nuestra alegría, nuestra felicidad.
Si nosotros, sirviendo al bien, a la verdad, al amor, a la fraternidad humana, damos nuestra ayuda a quienes la necesitan (cosa que debemos hacer), Es lógico y natural que te sientas agradecido por nosotros.. Algo muy característico de la vida es que tanto agradecer el bien que hacemos, por la ayuda que damos, como sentirnos agradecidos por quien hace el bien, por quien da su ayuda, incluso a nosotros mismos, nos da verdadera alegría. espiritual.
Sí: la sana y buena alegría espiritual hace que no sólo recibamos gratitud, sino que nos sintamos agradecidos. Sentirse agradecido, sentirse agradecido, además de ser moralmente justo y necesarioes saludable y es alegre.
Gratitud, que estamos agradecidos. Este poema me inspiró el cual les comparto aquí titulado ‘A la Gratitud’, publicado en mi libro de poesía ‘Tránsito vivo’, 2021 (Editorial Huerga y Fierro):
A GRATITUD
El dicho es cierto:
que es cosa de bien nacido
estando muy agradecido
por el bien que nos dan.
Cruzando los mares van
gracias de orilla a orilla,
que Dios nos dio asombro,
y aunque en la vida hay dolor,
el amor nunca se ha ido
ser la luz que brilla más.