Cuando los discos Devendra Banhart Comenzaron a llamar la atención en el mundo de la música hace casi veinte años, el hype del sello freak-folk con el que le bautizaron y su relación con la estrella de Hollywood Natalie Portman estuvieron a punto de hacer que el personaje se lo comiera. artista. Pero el músico venezolano-estadounidense siguió haciendo de las suyas y, aunque ya no copa tantos titulares, ha mantenido una sólida carrera que ahora llega a su undécimo disco, un bello artefacto llamado ‘Flying Wig’ producido por el artista y productor multiinstrumentista. Cate Le Bon, que se disputará este viernes en el Palacio Municipal de Ifema (20.00 horas, 38-44 euros).
¿Recuerdas tu primer concierto en Madrid, en la sala Joy Eslava en 2007?
Recuerdo. En realidad, tuve una especie de sensación de volver a casa. Siendo venezolana, durante toda mi infancia me contaron historias y leyendas del gran Madrid, ¡me encantó! En mi primera gira por la ciudad éramos unos niños, estaba con Andy Cabic y recuerdo que era mi cumpleaños. Y como turistas estúpidos que éramos, tomamos demasiado ajenjo en un restaurante y pedí todos los chipirones en su tinta que tenían, porque me los hacía mi abuela cuando era pequeña. Al final lo vomitamos todo, un poco como en la historia del concurso de tartas de la película ‘Cuenta conmigo’. Una noche para recordar.
¿Te gusta algún músico español en particular?
¡Oh, hay demasiados para mencionarlos! Soy fan de Oso Leone desde hace mucho tiempo y espero que tengan un nuevo álbum pronto. ¡Dale Oso, por favor!
¿Qué influencia ha tenido Cate Le Bon en el sonido del disco?
Ella es el rey. Es una presencia intimidante, y lo digo siendo su amiga desde hace mucho tiempo. Merece nuestro asombro, desprende una especie de frialdad endiablada que respalda con palabras extraordinarias. ¡Tanto talento me asusta! Básicamente pasé todo el álbum intentando impresionarla y probablemente fracasé.
¿Cuáles son algunas de las inspiraciones no musicales de este álbum? La moda es una de ellas, ¿verdad?
¡Eso siempre! Por ejemplo, la ropa de Issey Miyake. Recomiendo encarecidamente a los músicos que intenten grabar voces mientras usan algo propio. Su material, sus cortes, cambian totalmente tu forma de cantar. Otras influencias no musicales han sido Walter De Maria, Bhupen Khakhar, Nepal, India, Gales, Malidoma Some, Arquitectura Brasileña, microscopios electrónicos de barrido, Neem Karoli Baba, tortillas…
Creo que hace años odiabas el término “freak-folk”, pero ahora te ríes de él, ¿verdad? ¿Cómo ha evolucionado su relación con la prensa a lo largo de los años?
No pienso demasiado en ello… o al menos, no creo que lo piense demasiado (risas). Definitivamente no me gustaba en ese entonces pero lo único que puedo decirte es que mi matrícula dice ‘Kween of Frk Flk’ y si me preguntan en la aduana “¿qué tipo de música tocas?” Mi respuesta siempre es “Perra popular con culo raro”.
Creo que es un gran admirador del maestro espiritual Ram Dass. ¿Puede explicar quién es y cómo te inspira?
Oh, por supuesto que amo profundamente a Ram Dass. Y para cualquiera interesado en él, simplemente recomendaría leer sus libros, por supuesto. Comience con ‘Estar aquí ahora’ (que ya es bastante omnipresente) y luego pase a ‘¿Cómo puedo ayudar?’ y ‘El viaje del despertar’ dos buenas secuelas. Y mira el podcast de su charla con Raghu Markus.
¿Sueles prestar atención a la situación política y social de Venezuela, donde viviste tus primeros años?
Sí… Y lo único que puedo decir es que no he tenido ninguna esperanza, ninguna en absoluto, desde hace veinte años. Pero por primera vez tengo un poquito porque se acercan elecciones, ya veremos… Desafortunadamente, es raro que la gente que ha tenido todo ese poder y control durante tanto tiempo, que haya estado ganando tanto dinero durante hasta luego, para alejarme sin armar escándalo. Así que la situación política de Venezuela sigue siendo deprimente, pero hay esperanza. Mi esperanza, sin embargo, no está en el sistema sino en los individuos. Soy un realista idealista… No sé si eso tiene sentido.