La tasa turística pasará a la historia el miércoles en la Comunidad Valenciana, un día después de la publicación del decreto que la deroga en el DOGV y unas semanas antes de que entre en vigor. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y la consellera de Turismo, Nuria Montes, han firmado este texto normativo en un acto con los principales representantes del sector celebrado este viernes en el Palau, justo después de la reunión semanal del Consell.
Mazón ha sostenido que el Comunidad Valenciana “No puede ser una comunidad social si no es una comunidad turística”. «Hoy aquí quitamos barreras, mientras hoy aquí algunos las levantan, mientras algunos actualmente enfatizan la diferencia política que distingue a los de aquí de los de allá, en levantar más muros y más impedimentos a la convivencia. Hoy acercamos a las personas y provocamos encuentros culturales, nacionales y también regionales”, afirmó el presidente regional.
La “pesadilla” impulsada por el anterior gobierno tripartito -PSPV, Compromís y Unides Podem- liderado por Ximo Puig fue protagonista un extenso debate de siete años hasta su tramitación parlamentaria y provocó el choque interno de los socialistas: mientras votaban a favor en Les Corts, algunos dirigentes se distanciaron de lo que consideraban un palo en la rueda para el sector frente a sus competidores, como el entonces regional El secretario de Turismo, Francesc Colomer.
De hecho, Su implementación por parte de los Ayuntamientos fue voluntaria con una moratoria de doce meses tras ser aprobado en noviembre de 2022. Se propusieron recargos de entre cincuenta céntimos y dos euros por día, en función del tipo de estancia y de la temporada en la que se produjo. Además, los ayuntamientos tuvieron que destinar lo recaudado a políticas de vivienda.
A punto de cumplir ese año de margen, Nuria Montes -entonces secretaria general de la patronal hotelera y ahora concejala de rango- ha aseverado que se cometió una “tremenda injusticia” con un impuesto “innecesario, ideológico y sectario”, que Tuvo el rechazo de un sector que carece de “competitividad” y que “está tirando empleo y PIB”, con más de 4.000 millones de ingresos fiscales.
Un “funeral alegre” para el turismo
Antes de la firma del decreto, las distintas entidades han destacado la “unidad” con la que los empresarios lucharon contra la tasa turística y el rechazo de la mayoría de corporaciones municipales. En este sentido, el presidente de hosbecFede Fuster, recordó que “hubo un momento en el que sólo dos ayuntamientos de la Comunidad Valenciana estaban conspirando para imponer” este “atropello fiscal”.
Manuel Espinar, Nuria Montes, Carlos Mazón, Fede Fuster y Miguel Ángel Sotillos, este viernes en el Palau de la Generalitat
Fuster, que se felicitó por asistir por primera vez a un “alegre funeral”, criticó el cuestionamiento de un sector que emplea a 200.000 personas y agradeció la “integridad y coherencia” de Francesc Colomer, que se resistió a aplicar el impuesto.
Por su parte, el presidente de la Federación Española de Vivienda Turística (Fevitur), Miguel Ángel Sotillos, ha calificado este homenaje como “un obstáculo administrativo más” que no supieron asumir tras la pandemia. “El 74% de nuestros clientes son familias con niños”, ha explicado, un segmento que “iba a sufrir mucho cualquier tipo de sobrecoste”, por lo que ahora respiran “tranquilo”.
Como representante de la hosteleriaComo afectado indirectamente, el presidente de Conhostur, Manuel Espinar, también ha señalado que la tarifa no se subió “en el momento adecuado”. “Nuestro caso no se puede comparar con otras ciudades que están en otros niveles de ingresos turísticos y de precio medio”, ha apuntado, al tiempo que ha reconocido su temor a que los alojamientos no regulados se escapen del recargo.