Snchez paga todas las facturas a cambio de seguir en La Moncloa


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Sólo han sido necesarias unas pocas semanas para que comiencen a gestarse las perspectivas de un cambio profundo en el escenario político, jurídico y social del Estado. Cuando la noche del 23 de julio se confirmó que el partido que venciera en las urnas no tendría posibilidades de formar Gobierno, comenzó a fraguarse una alternativa en torno a la segunda y cuarta fuerzas en liza -PSOE y Sumar- dependientes de uno El cien por cien de las formaciones minoritarias independentistas y nacionalistas que niegan la Constitución y sus principios fundamentales: la unidad del Estado y su forma política, la monarquía parlamentaria.

Tras la fallida investidura del candidato popularAlberto Nez Feijó, el segundo candidato designado por el Rey, Pedro Sánchez, abrió una negociación con los partidos que pretenden liquidar el régimen del 78 para obtener los votos necesarios para mantenerse en el cargo. La Moncloa. De todas ellas, la fuerza más difícil ha sido Junts, liderada por un prófugo de la Justicia, Carles Puigdemont. Después de haber aceptado todas sus condiciones, hoy Sánchez firma el pago de la última factura, la presentada por el PNV. Así se asegura la investidura el próximo jueves, con 179 votos a favor: PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria. Este último partido, con un solo escaño en el Congreso, está en contra de la amnistía pero votará a favor de Sánchez a cambio de compromisos incluidos en el llamado Agenda Canaria.

El balance de las largas semanas de negociaciones se resume en dos palabras: transferencia total. La debilidad socialista se destila de los acuerdos firmados. El PSOE se ha visto obligado a aceptar todas las reclamaciones de sus interlocutores, incluidas las consideradas inconstitucionales por el propio Sánchez, la mayoría de los ministros y los principales dirigentes del partido. La primera y más importante concesión ha sido aprobar una ley de amnistía para todos los condenados y procesados ​​por el proceso. Pero hay más.

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Pedro Sánchez y Andoni Ortuzar, durante la firma del acuerdo entre PSOE y PNV.ANTONIO HEREDIA

Las exigencias satisfechas del PNV

Los nacionalistas vascos tenían bajo la manga la idea de poder garantizar a Sánchez una investidura en la primera votación con mayoría absoluta. Han negociado con discreción sin importar el ruido externo que puedan generar las conversaciones en Bruselas con Puigdemont. Sin embargo, su lista de demandas, todas admitidas, es sustancial. En su caso, el acuerdo firmado entre el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, es un pacto de “investidura” que deja a la legislatura pendiente del cumplimiento de los acuerdos. Así lo afirman fuentes nacionalistas vascas y lo confirma el propio Ortuzar.

Incluye un amplio paquete de transferencias del Estado al País Vasco -todas las que quedaban pendientes, incluida la gestión económica del régimen del Seguridad Social en un plazo de dos años- y una ampliación del espacio de autogobierno en materia de relaciones laborales y promoción del euskera. Se negociará sobre el “reconocimiento nacional de Euskadi” y un “sistema de garantías basado en la bilateralidad y la foralidad”. “Esto debería dar origen a una nueva personalidad político-jurídica para nuestro país”, explicó Ortúzar. Se incluyen así reivindicaciones históricas del PNV y con ello se hace referencia a la prioridad de los convenios laborales suscritos en el País Vasco y a que la comisión paritaria del Concierto tiene capacidad para fijar los máximos globales de la masa retributiva de los empleados públicos. En materia fiscal, se refuerza el acuerdo económico, incluyendo nuevos impuestos. También se refuerzan las competencias de la Ertzaintza y se refuerza la representación de Euskadi en las delegaciones españolas que negocian en Bruselas.

Como colofón muy simbólico, también se acordó dotar a las instituciones vascas de 100 millones de euros en cuatro años para promover el euskera. Este acuerdo servirá para garantizar la legislatura siempre y cuando Sánchez cumpla con los compromisos adquiridos.

Comparecencia de Carles Puigdemont en Bruselas para explicar el acuerdo.
Comparecencia de Carles Puigdemont en Bruselas para explicar el acuerdo.AFP

El acuerdo clave con Junts

Junts fue el expediente más difícil para el PSOE. Un error de cálculo de los tiempos y las sensibilidades encontradas de las dos fuerzas independentistas catalanas colocaron a Sánchez en una posición de extrema debilidad en la recta final de sus negociaciones.

Carles Puigdemont, prófugo de la Justicia, incrementó sus exigencias tras ver cómo el resto de partidos que han negociado con el PSOE habían conseguido prácticamente todo lo que querían y, sobre todo, tras comprobar que su rival en Cataluña, ERC, lograba hacerse con el poder. banderas tan importantes como la ley de amnistía, el traslado de Rodalies y la condonación del 20% de la deuda catalana.

Puigdemont quería un trozo más del pastel y exigió que la propuesta de ley de amnistía se adaptara a los intereses de su partido, ampliando su ámbito de aplicación para incluir como beneficiarios a los condenados y procesados ​​en casos sin apenas relación con él. proceso. Junts pretende que todos sus socios y asociados estén limpios de cualquier acusación. E incluso ha presionado para que se asuman compromisos en consonancia con el reconocimiento de un futuro referéndum de autodeterminación.

Puigdemont ha conseguido triunfos simbólicos y también acuerdos concretos. Ha logrado negociar cara a cara y en su propio territorio con los enviados personales de Sánchez; el reconocimiento por parte de ellos de su condición de “president” sin el calificativo de prófugo y ha asumido el relato independentista sobre lo que llaman el “conflicto político de Cataluña con el Estado”.

Su pliego de exigencias admitidas incluye también una ampliación del alcance de la futura amnistía, con el reconocimiento de lo que el independentismo llama guerra legal -judicialización de la política-, es decir, aquellas personas que, según Junts, son perseguidas por los tribunales por el simple hecho de ser independentistas, aunque sus presuntos delitos nada tienen que ver con la proceso pero directamente con la corrupción.

También se acepta acometer una negociación para trasladar el 100% de los impuestos a Cataluña y se crea una mesa con un verificador internacional que supervisará el cumplimiento de los acuerdos. En esta mesa también habrá negociaciones sobre el derecho a la autodeterminación y la posibilidad de acabar permitiendo un referéndum. de la independencia en Cataluña.

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Pedro Sánchez y Yolanda Díaz firman el acuerdo PSOE-Sumar el 24 de octubre.ALBERTO DI LOLLI

Pacto de Gobierno con Sumar

Ha sido el más fácil de todos porque su consecución era vital para la formación que lidera Yolanda Díaz. La única posibilidad para que el actual vicepresidente segundo en funciones se mantenga en el poder es patrocinar la investidura de Pedro Sánchez. Aún así, Díaz ha presionado hasta conseguir que los socialistas firmen un pacto de gobierno por el que no sólo se reservarán escaños para Sumar en la nueva consejo de ministros pero, además, implicará activar un programa radical, fundamentalmente en el plano económico y social, al que el PSOE en otras circunstancias se habría resistido, consciente de que causaría problemas con empresarios, bancos y otros partidos que también necesita, como Como es el caso del PNV y Junts.

En este acuerdo destacan medidas como la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas sin reducción salarial, el aumento del salario mínimo interprofesional, la ampliación de los permisos de nacimiento, la consolidación definitiva del impuesto extraordinario a las entidades financieras y grandes empresas energéticas. y la aplicación efectiva de un Impuesto de Sociedades del 15% sobre el beneficio contable o reductor de los vuelos nacionales para los que exista alternativa ferroviaria con una duración inferior a dos horas y media.

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Félix Bolaos y Oriol Junqueras se dan la mano tras firmar el pacto PSOE-ERC.PSC

La alianza con ERC

Pedro Sánchez ha cedido en todo lo que le exigían los republicanos catalanes. La amnistía es la concesión más importante, una medida que borrará los crímenes cometidos por quienes alentaron, promovieron y ejecutaron el atentado contra el Estado, las leyes de desconexión, el referéndum ilegal y la declaración unilateral de independencia de Cataluña. El PSOE admite la existencia de un “conflicto político” y acepta “desjudicializarlo” aunque reconoce la necesidad de que los acuerdos sobre el futuro de Cataluña “estén avalados por la ciudadanía”.

Al mismo tiempo, impulsará los trabajos de la mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat y establecerá una segunda mesa paralela entre ambas partes que incluirá un “mecanismo de verificación” del cumplimiento de los acuerdos alcanzados.

Además, ha aceptado el traspaso integral del servicio de Rodalies -los trenes de cercanías catalanes- a la Generalitat con las infraestructuras y financiación correspondiente y ha condonado a Cataluña 15.000 millones de la deuda que tiene contraída con la Fondo de Liquidez Autónomo abriéndose así una brecha de desigualdad con el resto de territorios. Esta concesión implica que el Estado asume aproximadamente el 20% de la deuda pendiente de Cataluña y ahorrará a la Generalitat cerca de 1.300 millones en intereses. El PSOE también admite la creación de una comisión bilateral con Cataluña para dotar a esta autonomía de una financiación adecuada.

A ello se suman transferencias anuales extra para la financiación de los Mossos, nuevos órganos judiciales, servicios penitenciarios, investigación y becas y ayudas al estudio.

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María Jesús Montero, ministra de Hacienda, y Ana Pontón, portavoz nacional del BNG.EFE

Compromisos con el BNG

El BNG sólo tiene un diputado en el Congreso pero este escaño también es fundamental para Pedro Sánchez. En consecuencia, los nacionalistas gallegos han logrado el compromiso de disponer de “medidas compensatorias análogas” a la condonación de deuda concedida a Cataluña, incluso cuando Galicia no ha hecho uso del Fondo de Liquidez Autonómico.

Además, se les ha otorgado un descuento en los peajes de las autopistas para usuarios súper recurrentes y para el sector transporte.

También han conseguido la creación de ferrocarriles cercanos en Galicia antes de que finalice la legislatura y, antes de que acabe este año, la activación del traspaso de todas las competencias recogidas en su Estatuto.

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María Jesús Montero y David Toledo, secretario de Organización de Coalición Canaria.PSOE

El voto del ornamento CC

Se ha firmado un acuerdo con Coalición Canaria que, si bien no era imprescindible para sacar adelante la investidura, sirve a Sánchez para ampliar el margen de su mayoría absoluta e incluso presumir de haberle robado al PP uno de los pocos apoyos que tiene en El congreso.

Sin embargo, el pacto con Canarias tiene un matiz. Esta formación no apoya la ley de amnistía con la que el PSOE ha comprado los votos de Junts y ERC y ya ha avisado de que votará en contra cuando se presente al Congreso para su aprobación.

A cambio de apostar por la investidura, Sánchez se compromete finalmente a ejecutar antes de final de año los 100 millones de euros que prometió para el plan de recuperación de la isla de La Palma así como a impulsar un cambio normativo en materia migratoria a tal efecto. que las facultades de los menores extranjeros no acompañados no son responsabilidad exclusiva de las comunidades a las que llegan.

Asimismo, se ha acordado ampliar temporalmente la bonificación del 60% en el IRPF a los residentes en La Palmaasí como establecer en los próximos dos años un nuevo modelo de financiación autonómica que garantice la suficiencia financiera de los servicios públicos básicos.

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